El conflicto ha ahondado aún más la profunda división entre el Patriarcado de Moscú y los patriarcados ortodoxos
La invasión de Rusia a Ucrania ha creado una ruptura más amplia entre la Ortodoxia, incrementando las divisiones que ya existían antes. El Patriarcado de Moscú y de toda Rusia, está gobernado por el patriarca Kirill. Éste, dado que es la iglesia ortodoxa más numerosa con unos 150 millones de creyentes, piensa que ha de ser el patriarcado principal; el líder de la ortodoxia mundial, sustituyendo al Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I.
Constantinopla ciertamente tiene pocos fieles en comparación con Moscú, pero es la más antigua de la historia. No es que el patriarcado de Constantinopla gobierna a los demás patriarcados, pues cada uno es autocéfalo; y el de Constantinopla es el “primus inter pares”. Se le llama Patriarcado Ecuménico, por su capacidad de intervenir en los conflictos entre las iglesias ortodoxas, tradicionalmente ligadas a un pueblo y al poder político de este pueblo.