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Esta tarde, 17:00 hora de Roma, Viernes Santo, 15 de abril de 2022, el papa Francisco presidió la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica Vaticana, sin postrarse, probablemente por sus problemas de salud y de edad.
Las imágenes de la Basílica son distintas a las del año pasado durante la pandemia, en esta ocasión, cabe notar la presencia multitudinaria de los fieles y de los celebrantes.
En el fondo el conflicto en Ucrania y todas las guerras de la tercera guerra mundial en partes, llamada así por el Papa en varias ocasiones.
«Este año celebramos la Pascua no con el sonido alegre de las campanas, sino con el ruido en nuestros oídos de bombas y explosiones no lejanas de aquí».
«Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera» (Lc 13,5). Si no cambiáis vuestras lanzas en guadañas, vuestras espadas en arados (Is 2,4) y vuestros misiles en fábricas y casas, ¡todos pereceréis de la misma manera!».
El predicador de la Casa Pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa recordó hoy a los ateos o a quienes consideran a Jesús sólo un predicador o un personaje histórico y a quienes apuestan por el poder y el conflicto: “«He venido al mundo para dar testimonio de la verdad» y «¡Yo soy la Verdad!» (Jn 14,6)”.
Después de la procesión inicial, el Papa realizó la adoración bajo la escalinata del presbiterio. La triple develación de la Cruz precedió al acto de adoración.
La adoración del Papa
Francisco de 85 años, que sufre de una gonalgia, dolor a su rodilla derecha, este año hizo la tradicional adoración de la cruz de pie y luego sentado, y no postrado, como antes lo hacía, en signo de humildad, con todo el cuerpo en el suelo y las manos guardando el rostro apoyado en un cojín rojo para orar.
Probablemente, el gesto de adoración, igualmente sentido, sigue siendo reverente, pero consecuente al problema de salud del Papa y de su edad.
Francisco inició la ceremonia de la Pasión de Cristo del Viernes Santo, adorando con la cabeza gacha y en disposición de oración.
En un silencio ensordecedor, el Obispo de Roma presidió el rito rezando, ataviado con paramentos rojos, en recuerdo de la Pasión.
Después de adorar la Cruz, el Papa la presentó a la adoración silenciosa de la asamblea.
Durante la Liturgia de la Palabra, se leyó el relato de la Pasión según San Juan.
El diálogo de Jesús con Pilato fue comentado por el cardenal Cantalamessa y recordó la necesidad de una conversión ante los trágicos sucesos de la guerra en Europa.
Sucesivamente, el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano capuchino, el cardenal Cantalamessa, pronunció la homilía: «Se dice: ¡hay demasiada injusticia, demasiado sufrimiento en el mundo como para creer en Dios! Es cierto, pero pensemos en cuánto más absurdo y desesperanzador se vuelve el mal que nos rodea, sin fe en un triunfo final del bien».
Ateísmo
El predicador pontificio lamentó que en Internet y en los debates sobre religión y ciencia, sobre fe y ateísmo, parecería que “todo sucede”: como si nunca hubiera existido en el mundo un hombre llamado Jesucristo”.
“¿Llorar, entonces? Sí —recomendaba Tolkien al hijo—, pero por Jesús —por lo que debe soportar— antes que por nosotros. Lloramos – agregamos hoy– con las víctimas y por las víctimas de nuestros pecados”.
Si no os convertís
El predicador pontificio predicó: «Recordemos lo que Jesús respondió una vez a la noticia de la sangre que Pilato había hecho correr, y del derrumbe de la torre de Siloé: «Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera» (Lc 13,5). Si no cambiáis vuestras lanzas en guadañas, vuestras espadas en arados (Is 2,4) y vuestros misiles en fábricas y casas, ¡todos pereceréis de la misma manera!».
¡Pon tus pies en tierra firme!
«Los acontecimientos nos han recordado de repente algo. Los arreglos del mundo cambian de un día para otro. Todo pasa, todo envejece; todo —no sólo «la bendita juventud»—, falla. Solo hay una forma de escapar de la corriente del tiempo que arrastra todo detrás de sí: ¡pasar a lo que no pasa!
¡Pon tus pies en tierra firme! Pascua significa tránsito. Tengamos todos este año una verdadera Pascua: Venerados Padres, hermanos y hermanas: ¡pasemos a Aquel que no pasa! ¡Pasemos ahora con el corazón, antes de pasar un día con el cuerpo!», concluyó.
Vía Crucis
El Vía Crucis de hoy volverá a realizarse en el Coliseo de Roma, más tarde el Papa presidirá este rito. El acto comenzará a las 21.15 hr. El Obispo de Roma estará acompañado por un grupo de familias que escribieron los textos con motivo del año dedicado al quinto aniversario de la publicación de Amoris Laetitia.