Jesús es paz y es "rey de mansedumbre y humildad". Mientras que el poder mundano trae destrucción y muerte, dijo el papa Francisco en la audiencia general, miércoles de Semana Santa, 13 de abril de 2022, en el Aula Pablo VI del Vaticano.
“La guerra es una acción humana para llevar a cabo la idolatría del poder”, afirmó Francisco ante 7.000 fieles y peregrinos. "Toda guerra, representa un ultraje a Dios, una traición blasfema del Señor de la Pascua".
El Papa citó hoy la Leyenda del Gran Inquisidor, del escritor ruso Dostoevskij para desmitificar la idea de una guerra justa para alcanzar el poder y la paz a través de las armas, según la lógica del mundo y contraria a “la paz de la Pascua” (Lectura: Jn 14,27). Este último tema de la catequesis papal.
Las armas de Jesús
“En este momento difícil, de agresión armada, estamos llamados a ser portadores de la paz de Cristo con las “armas” del Evangelio; que son la oración, la ternura, el perdón y el amor gratuito a todos, sin distinción”.
La referencia que hace el Papa no es casual; en el fondo se encuentra la agresión rusa a Ucrania. En El Gran Inquisidor, Iván Karamazov imagina el regreso de Cristo a la tierra, concretamente a la frenética España del siglo XVI.
Se trata de una critica a la exaltación del poder de un hombre "fuerte", generalmente apoyado por las fuerzas armadas y dotado del consentimiento popular para formar un imperio.
En el centro de la Semana Santa, que va desde el Domingo de Ramos al Domingo de Pascua, Francisco insistió que la paz de Cristo edifica la historia, transformando los corazones, pacificándolos, al contrario de los falsos profetas que vienen para “armar” de odio y venganza los corazones de los hombres y mujeres.
El inquisidor que hay en muchos corazones
El Papa señala que esta Leyenda del Gran Inquisidor, representa la lógica mundana. El Inquisidor interroga y critica “ferozmente” a Cristo.
“El motivo final del reproche (del Inquisidor) es que Cristo, aun pudiendo, nunca quiso convertirse en César, el rey más grande de este mundo; prefiriendo dejar libre al hombre en vez de someterlo y resolver los problemas con la fuerza”.
Francisco insiste que en la obra, Los hermanos Karamazov, se narra del engaño “que se repite en la historia; la tentación de una paz falsa, basada en el poder, que después conduce al odio y a la traición de Dios. Y a tanta amargura en el alma”.
En su predicación, insistió que “la paz de Jesús no domina a los demás, nunca es una paz armada”.
El amor a todo prójimo
Las armas del Evangelio - destacó el Papa - son “el perdón y el amor gratuito al prójimo, a todo prójimo”. Palabras del Obispo de Roma que trascienden la polémica que se desató ayer por parte del embajador ucraniano ante la Santa Sede, Andrii Yurash. Éste manifestó en un tuit que no quería que dos familias, una rusa y una ucraniana, llevarán la cruz juntas durante el Via Crucis en el Coliseo.
El Pontífice insistió en el amor al prójimo a todo prójimo sin distinción: “Es así que se lleva la paz de Dios al mundo. Por esto la agresión armada de estos días, como toda guerra, representa un ultraje a Dios; una traición blasfema del Señor de la Pascua, un preferir el falso dios de este mundo a su rostro manso. La guerra es una acción humana para llevar a cabo la idolatría del poder.”.
Cabe destacar que esta mañana, el Papa presidió la Audiencia en el Aula Pablo VI con una multitud numerosa de peregrinos y files de Italia y de todo el mundo; tras dos años de restricciones a causa de la pandemia. Hubo banderas españolas, mexicanas, brasileñas, ecuatorianas y muchas porras y alegría.
Dar pasos de reconciliación.
Tras resumir su catequesis en varios idiomas, el Papa dirigió expresiones especiales de saludo a los grupos de fieles presentes. En especial, agradeció a los fieles polacos que en esta Semana Santa y Pascua (Fiesta de la familia) contemplarán la Cruz y la vida con sus hermanos ucranianos desplazados por la guerra.
El Papa saludó a los peregrinos de lengua española, en particular a los jóvenes que participan en el Encuentro internacional Univ 2022.
"En estos días santos acompañamos a Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección. Pidámosle que, así como Pascua significa “paso”, también nosotros seamos capaces de “dar pasos” de reconciliación. Y que su paz reine en nuestros corazones y en el mundo entero. Que Dios los bendiga. Muchas gracias".
La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica.
