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Poco a poco se ha ido pensando y ejecutando obras en favor de su movilidad, pues 41 por ciento de las personas discapacitadas en México tienen reportan que la mayor dificultad que presentan es caminar, subir o bajar. Pero su participación en otras áreas simplemente no existe.
Quizá esto se deba, también, a que 19 por ciento de las personas con alguna discapacidad, ya sea física o mental, mayores de 15 años, son analfabetas (lo cual representa otro grave contraste con el resto de la sociedad mexicana).
Ante estos hechos la Confederación de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Confe) ha decidido que ya es hora de que, en el ámbito de la participación política se les tome en cuenta.
Son perfectamente capaces
La Confe ha llevado hasta el Senado de la República mexicana la exigencia de miles de jóvenes con alguna discapacidad que quieren ser parte de las decisiones que se toman en los diferentes órganos legislativos y de servicio público en México.
Un reportaje del portal Animal Político muestra cómo María Fernanda, Luis Alfonso, María José, Diego y Bryan, un grupo de jóvenes con discapacidad intelectual, buscan sensibilizar a los partidos políticos a fin de que se les permita participar activamente en los asuntos políticos del país.
“Las personas con discapacidad intelectual existimos, no somos niños que tienen que tratar como niños… Queremos vivir nuestra vida y ser parte de algo”, explica María Fernanda, autogestora de la Confe.
“Creen que no podemos tomar decisiones”, expresaron los integrantes de este colectivo, sin embargo, se sienten en pleno derecho de exigir a los partidos políticos que sean inclusivos e impulsen la participación de las personas con discapacidad intelectual para que en un futuro cercano puedan ser postulados como candidatos a puestos de representación popular y puedan llevar a la agenda nacional las necesidades de esta población.
No solo en la política
El objetivo de la Confe no se resume en el tema político. Ésa es la plataforma desde la cual quieren contribuir a que a las personas con discapacidad se les garantice el acceso a la educación, así como a empleos dignos que les ayuden a lograr una vida independiente.
En ese sentido María Fernanda refiere que el Gobierno mexicano “solo ha impulsado una política social de apoyo económico a las personas con discapacidad sin permitirles su participación ni desarrollo activo en los temas que les afectan directamente”.
En una declaración valiente y decidida, María Fernanda, junto con sus compañeros de la Confe, reclamaron a los senadores oportunidades de verdad, pues ya no quieren “trabajos de adorno”, sino alternativas que verdaderamente sean productivas, útiles e inclusivas.
“Que nos den empleos con buenos sueldos nos ayuda a ser independientes y a sentirnos empoderados y a no sentirnos niños; a no sentirnos toda la vida con la necesidad de estar dependiendo de alguien como nuestros familiares”, explicó María Fernanda a Animal Político.
Peticiones muy claras
El pliego petitorio que entregó la Confe a los senadores de todos los partidos políticos que conforman la Cámara Alta del Congreso mexicano, abre diciendo que “muchas veces la gente cree que las personas con discapacidad intelectual no podemos tomar decisiones. Creen que siempre dependemos de otras personas para poder vivir. Eso no es así. A veces necesitamos apoyos como cualquier otra persona, pero podemos decidir y tenemos ideas para mejorar la vida de todos y todas”.
En el ámbito político, la Confe le dice a los partidos que incluyan personas con discapacidad entre sus filas; que les permitan contender por cargos de elección popular y para cargos de Gobierno y “que nos enseñen cómo participar en la vida política y lo que ésta conlleva y no porque nos tengan lástima”.
“¿Quién mejor que nosotros para proponer ideas sobre nuestras vidas?”, dice el manifiesto de la Confe. En ese sentido, Luis Alfonso piensa que es una gran oportunidad sensibilizar a los políticos porque significa el poder “hablar por las personas que no pueden o que no conocen sus derechos”.
Para ello ponen el ejemplo de Bryan quien se ha abierto camino en la vida política de Perú -de donde es originario- pues es el único político con Síndrome de Down que ya se ha postulado en dos ocasiones para el Congreso de su país. “Yo creo que es más importante que vean nuestras habilidades que las discapacidades que tenemos”, subrayó Luis Alfonso.