Nuevo y sentido llamamiento de Francisco a un alto el fuego en la atormentada Ucrania. Recuerda la ciudad mártir de Mariupol, que lleva el nombre de la Virgen María, la "barbarie de la matanza de niños, inocentes y civiles indefensos", por lo que "no hay razones estratégicas que lo sostenga".
"Hermanos y hermanas, acabamos de orar a la Virgen María. Esta semana, la ciudad que lleva su nombre, Mariupol, se ha convertido en ciudad mártir de la desgarradora guerra que asola Ucrania. Ante la barbarie de la matanza de niños, de personas inocentes y de civiles indefensos, no hay razones estratégicas que se sostengan: la inaceptable agresión armada sólo tiene que ser detenida, antes de que reduzca las ciudades a cementerios. Con dolor en el corazón, uno mi voz a la de la gente común, que ruega por el fin de la guerra. ¡En nombre de Dios, escucha el grito de los que sufren y pon fin a los bombardeos y atentados! Concéntrese real y decisivamente en la negociación, y los corredores humanitarios serán efectivos y seguros. En nombre de Dios, les pido: ¡detengan esta matanza!", afirmó el Papa.
"Quisiera instar una vez más a la acogida de tantos refugiados en los que Cristo está presente y agradecerles la gran red de solidaridad que se ha formado. Pido a todas las comunidades diocesanas y religiosas que aumenten los momentos de oración por la paz. Incrementar los momentos de oración por la paz. Dios es sólo el Dios de la paz, no es el Dios de la guerra, y los que apoyan la violencia profanan su nombre. Ahora rezamos en silencio por los que sufren y para que Dios convierta los corazones en una firme voluntad de paz".
Evangelio del domingo
Antes del rezo del Ángelus y reflexionando sobre el Evangelio de este domingo que narra la Transfiguración de Jesús, el Papa Francisco exhortó a los fieles a buscar la luz de Dios en este tiempo de Cuaresma, "que nos despierta de nuestro letargo interior" haciéndonos ver las cosas de otra manera: "nos atrae, reaviva el deseo y la fuerza para orar, para mirar hacia adentro y dedicar tiempo a los demás".
El Papa indicó que el sueño de los tres discípulos parece como una nota discordante: "Más tarde, estos mismos apóstoles se dormirán en Getsemaní, durante la oración angustiosa de Jesús, que les había pedido que velaran (cf. Mc 14, 37-41)", afirmó Francisco haciendo hincapié en que causa asombro esta somnolencia en momentos tan importantes.
Papa Francisco expresó que precisamente el tiempo fuerte de la Cuaresma es una oportunidad en este sentido: