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Este domingo 6 de marzo se organizó una ceremonia religiosa más que especial en Ecuador. Se realizó en la cancha de ecuavóley al norte de Quito y se dio luego de un mes de la tragedia que enlutó al país sudamericano debido a las intensas lluvias.
Fueron 28 las personas que perdieron la vida durante aquella jornada triste, instancia que motivó desde la rápida respuesta de sectores vinculados a la Iglesia como Cáritas, hasta un mensaje de consuelo y cercanía del propio papa Francisco.
El encargado de oficiar la misa de este domingo fue el arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza Mateus, quien indicó que es su deber ofrecer el acompañamiento a los damnificados por la situación de emergencia.
Según medios como El Comercio, los familiares de los fallecidos llevaron cofres de madera con las cenizas de sus seres queridos y fotos. Lo que hizo Espinoza fue bendecir y esparcir agua bendita.
“Me queda el recuerdo de su fortaleza, la unión, nunca dejarse vencer y salir adelante”, recordó en diálogo con ese medio Stalin Tingo, hijo de una de las víctimas. También participó Edgar Montenegro, persona que resultó herida tras el aluvión, pero devenido en sobreviviente luego de haber sido arrastrado unos 30 metros por el lodo.
