Recogen las crónicas de la época que el 17 de mayo de 1321 llegaron a Tarragona en solemne procesión, parte de las reliquias de Santa Tecla. El rey Jaime II el Justo las había solicitado al rey Oshin de Armenia, porque ya en la ciudad existía una gran devoción popular a la santa.
Visita de San Pablo y Santa Tecla
Devoción fundamentada en la creencia de que San Pablo había visitado la ciudad de Tarragona durante sus viajes apostólicos y Santa Tecla, al ser su discípula, le habría acompañado.
Este hecho no está comprobado y no aparece en los mapas de los viajes realizados por San Pablo, aunque si es cierto que él mismo manifestó su voluntad de visitar Hispania en su carta a los cristianos de Roma (Carta a los Romanos 15, 23-24)
Y la ciudad de Tarragona, Tarraco en la época, era capital de gran parte de Hispania.
Viaje desde Armenia hasta Tarragona
Cuentan que los embajadores del rey Jaime II recibieron del rey de Armenia una caja de plata con los restos de la santa, a cambio de 40 caballos andaluces, un trono de oro, dos mil quesos mallorquines y otros bienes.
Después de un largo viaje de vuelta atravesando todo el Mediterráneo, la comitiva real llegó al puerto de Barcelona y depositaron parte de las reliquias en el Monasterio de Sant Cugat menos los huesos de uno de los brazos. Más tarde, continuaron el viaje en barco hasta Salou y de ahí hasta la cercana población de Constantí, donde guardaron las reliquias del brazo de la santa en su Iglesia parroquial.
Recepción de la reliquia en la ciudad
Al ser ésta una población muy cercana a Tarragona, se organizó entonces una gran procesión encabezada por el mismo rey Jaime II y su hijo el Infante Alfonso, el arzobispo de la ciudad, Ximeno de Luna, además de otros eclesiásticos y nobles llegados de muchas ciudades vecinas.
Pero lo más importante fue la recepción de la reliquia de la santa patrona por parte de la población, ya que la ciudad preparó una fiesta absolutamente espectacular e impactante.
Además de los estamentos político, eclesiástico y militar, también participaron en la procesión todos los gremios locales y ciudadanos. Allí estaban los marineros, pescadores, hortelanos, carniceros, comerciantes, notarios o médicos de Tarragona.
Fiestas de Santa Tecla
Así es como la entrada de la reliquia el 17 de mayo de 1321 aún hoy es recordada cuando se celebran las fiestas patronales de Santa Tecla el 23 de septiembre. Esa primera procesión del brazo de Santa Tecla realizada en el siglo XIV se mantiene casi inalterable en las fiestas actuales: el canto de vísperas la vigilia en la Catedral, la actuación de las danzas y bailes de los gremios locales, la subida a la Catedral para asistir a la Mis o la salida en procesión de la reliquia del brazo de la santa por las calles de la ciudad, acompañada por las autoridades y la bandera de la ciudad.
De hecho, esta primera procesión tuvo tanta trascendencia ciudadana que llevó a la instauración de la celebración solemne de la octava de Santa Tecla a partir de 1359 y a la publicación posterior de un documento para entender las fiestas: las Ordenaciones de Santa Tecla, establecido por el arzobispo de la ciudad en 1370.
Relicario perdido
De esta misma época es el relicario realizado en plata, oro y pedrería en el que encasaron los restos del antebrazo derecho de la santa que fue depositado en el presbiterio de la Catedral de Tarragona hasta que fue trasladado a la nueva Capilla dedicada a Santa Tecla, terminada en 1775.
Sin embargo, durante la invasión de las tropas francesas a la ciudad en la época napoleónica en 1811, Tarragona fue brutalmente asediada y saqueada. La Catedral fue ocupada y el relicario de Santa Tecla se perdió.
Acabada la guerra y expulsados los franceses del territorio, los canónigos de la Catedral vieron la necesidad de sustituir la reliquia perdida por otra que, después de varias indagaciones y pruebas de autenticidad, localizaron en el monasterio de los Capuchinos de Santa Eulalia de Sarrià, en Barcelona. Formaba parte de los restos de la santa que habían llegado en el siglo XIV desde Armenia.
Una nueva reliquia
Así que el 23 de septiembre de 1814 una nueva reliquia entró en procesión en la ciudad, con repique general de campanas, Misa y adoración. El nuevo relicario fue depositado de nuevo en la Capilla de Santa Tecla y esta es la que actualmente veneran los vecinos de Tarragona.
Aunque la historia no acaba aquí ya que durante la rehabilitación de una casa en la parte antigua de la ciudad a finales del siglo XIX se encontró una pequeña arqueta con los restos de huesos de un brazo humano. Después de realizar unos estudios se certificó que formaban parte de la reliquia inicial de santa Tecla, perdida durante la Guerra contra los franceses.
Desde entonces en la catedral de Tarragona se conservan los restos de los dos brazos de Santa Tecla.
Catedral dedicada a Santa Tecla
Evidentemente la Catedral es el espacio de la ciudad que reúne más obras e iconografía de la santa de Iconio. Por ejemplo, por todo el recinto se pueden contar más de 2.500 letras Tau, que hacen referencia a la inicial de Tecla y de Tarragona.
De hecho, la seo de Tarragona está dedicada a Santa Tecla, pero su retablo mayor está presidido por la Virgen, ya que tiene prioridad sobre la santa, que sin embargo se sitúa en el lado izquierdo del retablo y San Pablo, en el derecho. Y en su parte inferior, realizada en alto relieve de alabastro, se muestran seis escenas de la vida y martirio de la santa, desde la predicación de San Pablo en Iconio hasta su muerte.
También el frontal del Altar Mayor, que precede al Retablo Mayor, representa con ocho relieves de mármol blanco diferentes escenas de los martirios de Santa Tecla.
Celebración Santa Tecla 700
Si duda, los 700 años de la llegada de los restos de la santa de Iconio son un motivo de celebración para Tarragona, que ha organizado este año múltiples actos para conmemorarlo: desde actividades divulgativas como charlas y conferencias, también cursos formativos sobre la historia de la santa, conciertos o premios literarios.
Las calles se vestirán y engalanarán para celebrar la fiesta y las distintas parroquias de la ciudad acogerán la reliquia para que acompañe a cada comunidad. Será una buena ocasión para agradecer a la santa su labor evangelizadora.