Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
¿Este año has armado el pesebre? Si lo has armado, ¿por qué lo has armado?
Podrías contestarme "porque vi uno bonito en una tienda y decidí adornar mi casa con él", o "porque lo tienen casi todos", "porque queda bonito al lado del árbol", "porque hay uno en casa desde hace años, por tradición", etc.
Si lo hiciste por tradición, te confieso que yo también lo hago por tradición, un hermoso legado que me ha dejado mi abuela materna.
Ella desde muy pequeñita me enseñó quién era Jesús, y si amo el tiempo de Navidad, es justamente gracias a ella.
Las enseñanzas de la abuela
Mi abuela me esperaba siempre para armar el pesebre. Mientras lo armábamos me iba haciendo una hermosa catequesis de la Encarnación y del milagro de la Navidad.
La estrella, los pastores, el ángel, el buey y el asno, los Reyes Magos. La Virgen casi niña, con un sí, tan valiente, y un papá tan bondadoso como para hacerse cargo de una responsabilidad tan grande, la de cuidar al Niño que es Dios.
Pero una vez armado, rigurosamente el 8 de diciembre, aquel hermoso pesebre, con sus montañas de viejas alfombras, no quedaba olvidado hasta que llegaba el día de poner al personaje principal, el Niño Jesús.
No, no quedaba olvidado, porque mi abuela nos enseñó a admirarlo todos los días y hacer nuestro aquel gran Misterio, con una pequeña oración.
Es por eso que he pensado en compartir con ustedes algunas oraciones para rezar delante del Pesebre: