Una singular protesta antecedió el inicio de las "Misas de Aguinaldo" en Venezuela, cuando este martes 14 de diciembre, un grupo de vecinos con la imagen de un “Niño Jesús”, reclamó la falta de agua potable, en la Parte Alta de La Vega, en Caracas.
Cándida Hernández con un niño Jesús en sus brazos, exigió a las autoridades competentes un eficiente servicio de agua. “Este niño Jesús representa a todos los niños de La Vega que se encuentran sin agua”, dijo la vecina en un video recibido por Aleteia.
“El agua es nuestra vida y todos los que vivimos aquí arriba en el barrio estamos sedientos. Ese derecho se nos ha cortado y ahora tenemos muchos niños afectados en la piel y otras enfermedades, ya que carecemos de este servicio”, expresó la vecina.
Carta del Niño Jesús a Hidrocapital
Algunas zonas de La Vega tienen más de 30 días sin recibir agua, por lo cual, la protesta se cumplió en cinco lugares. El padre Alfredo Infante, jesuita y párroco de “San Alberto Hurtado y José Gregorio Hernández” de esta comunidad, los acompañó en sus reclamos.
El sacerdote dio a conocer la “Carta del Niño Jesús a Hidrocapital”, el organismo encargado de surtir de agua a los venezolanos. “Llevo a toda la humanidad en mi corazón y nada humano me es indiferente”, se escucha decir al “niño Jesús”.
“Me da mucho dolor e indignación cada vez que se maltrata a nuestro pueblo negándole el derecho al agua potable. Contemplo desde mi pesebre cómo las mamás y papás de nuestro barrio tienen que caminar largas distancia y subir y bajar escaleras para conseguir un poquito de agua y poder sobrevivir”, dice.
“La falta de agua potable viola nuestro derecho a la salud, a la educación, a la alimentación, a la recreación, al ambiente daño y todos los demás derechos. Porque los derechos humanos son integrales”, acotó el niño en la voz del padre Alfredo Infante.
¿Cómo son las "Misas de Aguinaldo" en Venezuela?
Particularidades como esta se observan en Venezuela, en tiempos previos al Nacimiento de Jesús. Son protestas que toman para sí elementos de la fe, como una manera de mantener la esperanza al tiempo de exigir los derechos de los ciudadanos, especialmente antes del inicio de las misas de aguinaldos, un privilegio del Vaticano para Venezuela.
Desde el jueves 16 de diciembre hasta el viernes 24, los templos de Venezuela recibirán a la feligresía con parrandas navideñas y mensajes llenos de optimismo y paz. Además, será un momento para compartir comidas, bebidas y dulces típicos del país. Es decir, serán nueve días (Novenario) de “peregrinación hacia el portal de Belén”, para festejar con el mayor fervor posible, el Nacimiento de Jesús el Salvador de la Humanidad.
Son las “Misas de Aguinaldo” o “Misas de Gallo” que forman parte de las celebraciones religiosas en el país suramericano durante el tiempo de adviento. Tradicionalmente, la celebración inicia a las cinco de la mañana, pero la realidad actual del país – inseguridad, falta de transporte y alumbrado público- obliga a que se celebren en otros horarios.
“Aun así, los propósitos son los mismos: vamos festejar la llegada del Niño Jesús y motivar la hermandad entre los hombres”, dijo Horacio Esteban frente a la catedral de Caracas. “En las grandes ciudades se celebran a las 6 de la mañana, pero en algunas poblaciones es en la madrugada. Las misas siguen con la originalidad de sus cantos alegres, el compartir entre amigos y llevando esperanzas a los demás”, comentó.
Una tradición litúrgica de la Iglesia
Monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal, indica que las “Misas de Aguinaldo” tienen un origen muy lejano en el tiempo. “Constituye una tradición litúrgica interesante que debemos retomar en su más pleno sentido: el de la preparación inmediata al evento maravilloso del nacimiento del Niño Dios”, publicó en el Diario Católico.
“Son los tiempos de los ritos visigóticos donde encontramos el inicio de esta tradición”, escribe el prelado. “A la vez, -explica- tuvo que ver con la conversión del pueblo visigodo de la herejía del arrianismo la cual negaba la maternidad divina de María. Como resultaba difícil conmemorar este misterio durante la cuaresma, se fue tomando la decisión de celebrarla en torno a la fiesta de la navidad”.
Expone que la llegada de las misas de aguinaldos a América Latina fue a través de los miembros de la Iglesia, particularmente obispos y sacerdotes, de la Península hispánica y de las Islas Canarias, donde existió una devoción llamada Expectación de María.
“Aquella devoción a la “expectación de María” muy común en España no dejó de hacerse manifiesta en muchas de las nuevas comunidades. Desde Puerto Rico se comenzó a difundir la práctica de las “misas de aguinaldo”, asegura.
¿Por qué se comenzó a difundir desde Puerto Rico?
“No olvidemos que allí, en San Juan de Puerto Rico, se estableció uno de los Obispados de mayor influencia en muchas de las Iglesias nacientes del continente americano, sobre todo de la cuenca caribeña. Desde allí mismo se hizo presente en varios lugares, particularmente Venezuela”, comentó el obispo de San Cristóbal.
Alegó que el Misal Sevillano fue el primer libro litúrgico conocido en Borinquen, la Isla de Puerto Rico. “Hay noticias de que ya en 1512 se celebraba con él. Desde esa sede metropolitana, se fue extendiendo a las comunidades que dependían de la sede de San Juan”, puntualiza en el artículo sobre esta alegre celebración religiosa.
¿Por qué las “Misas de aguinaldo” se suelen celebrar en horas de la madrugada?
“Dicha razón funcional tiene su explicación en un precepto litúrgico de la época. El así denominado “ayuno eucarístico” existente implicaba que luego de la medianoche y hasta el momento de la comunión no se podía ingerir alimento alguno”, expone.
De allí que, a lo largo del año, las celebraciones eucarísticas solían ser “tempraneras”. “Esto hizo que en tiempos fuertes se organizaran durante las tardes actividades paralitúrgicas, como las procesiones y vigilias…”, expresa el obispo de San Cristóbal.
Explica que, en la preparación en camino hacia Navidad, estas misas de aguinaldo se celebraban en la madrugada para que quienes trabajaban en el campo o en lugares alejados de las poblaciones pudieran participar en ellas. “Así se tenía una suficiente y numerosa afluencia de personas. Al terminar, quienes permanecían en las poblaciones compartían algunos alimentos a manera de ágape”, apuntó.
Un privilegio de la Santa Sede para Venezuela
Moronta reconoce que se trata de un privilegio otorgado por la Santa Sede a Venezuela. Aunque no cita el año ni al Papa que lo concedió, expone que “se podía celebrar cada día” con el formulario de las llamadas “Misa de Sancta Maria in Sabbato” (Misa votiva de Santa María para los días sábados) y “se podía usar ornamentos blancos”.
“Hoy permanece el mismo privilegio, aunque se suele celebrar siguiendo el formulario del actual Misal Romano”, agrega el obispo venezolano.
Es digno reconocer que antes de Venezuela, en 1587, fray Diego de Soria, superior del convento de San Agustín de Acolman (Hoy Estado de México) tuvo permiso del papa Sixto V para celebrar unas “misas de aguinaldos”, entre el 16 y 24 de diciembre, en las que se incorporarán pasajes de la navidad. Son las llamadas fiestas de “Las posadas”.
Sobre la exención papal, el escritor, poeta y político tachirense Manuel Felipe Rugeles (1903-1959), en su obra: “Lo popular y folclórico en el Táchira” (1952), alega que fue una gracia otorgada el 5 de agosto de 1585 por el Papa Sixto V a este hemisferio.
María García de Fleury, en el marco del primer concurso de aguinaldo, del Apostolado mundial de la Virgen de Coromoto que preside, también escribió sobre las “Misas de aguinaldo”. Expresó que fue una concesión del papa León XIII, en 1888, quien aprueba la introducción de cantos de parrandas en estas misas de aguinaldos.
“Este fue uno de los privilegios especiales que el Papa León XIII le otorgó a la iglesia venezolana y consiste en que se puedan celebrar misas de aguinaldos muy festivas con la introducción de cantos de parranda durante las misas de novena que preceden a la fecha de nacimiento de Jesús”, difundió en un sonido de voz conocido por Aleteia.
Indulgencia plenaria en las misas de aguinaldo
La investigadora habla, además, de dos asuntos importantes contenidos en la autorización. Primero, León XII, con motivo de las misas de aguinaldos permitió “a los sacerdotes usar los ornamentos blancos durante la novena en lugar de los morados”. Y, en segundo lugar, la “Bula papal de 1888 concede indulgencia plenaria y remisión de todos los pecados a los fieles que confesados y comulgados asistan a esas misas”.
Monseñor Moronta considera interesante que la Conferencia Episcopal Venezolana, con la asesoría de estudiosos teólogos y liturgos, y también especialistas en el campo de la religiosidad popular, “pudieran solicitar de la Santa Sede la aprobación para un formulario propio de las Misas de Aguinaldos para Venezuela”.
“Además de ser una tradición que hay que fortalecer (no se olvide que hay grupos que pretenden reducir este tipo de celebraciones al ámbito de lo meramente cultural), se puede pensar en una tarea siempre pendiente: la inculturación de la liturgia, sugerida y promovida por el Concilio Vaticano II. Es una tarea, un desafío, un anhelo”, concluye.