Este 25 de noviembre, día que a nivel internacional se generó conciencia acerca de la violencia contra la mujer, en Bolivia también se transformó en sinónimo de agresión contra la Iglesia.
Según imágenes proporcionadas a Aleteia, la sede del episcopado en La Paz, que había sufrido un ataque con explosivos en la madrugada del 24 de noviembre, también fue agredida en su fachada con pintadas y frases alusivas al aborto.
No obstante, el ataque mayor se produjo en la iglesia María Auxiliadora, ubicada también en La Paz. Tal cual lo indican imágenes difundidas en redes, además de información publicada en medios locales, la fachada fue dañada con pintura roja.
“Aquí estamos un grupo de católicos, principalmente señoras mayores, que se reúnen para rezar el Rosario, estábamos defendiendo a la iglesia del ataque de las feministas, hoy casualmente el Día de la No Violencia, ellas han generado violencia contra las mujeres, echando globos de pintura, tirándonos baldes de pintura, y algunos llegaron a lastimar a las personas, además tiraron botellas”, declaró uno de los testigos, tal cual reproduce Reduno.
¿Se quiere callar a la Iglesia?
Lo acontecido en la madrugada del miércoles 24 de noviembre en la sede de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) con un artefacto explosivo no es un hecho para nada menor.
Si bien las investigaciones aún permanecían en curso, el ministro de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, declaró que se había identificado a dos mujeres que fueron las responsables de ocasionar la explosión.
"Están identificadas dos personas que habrían cometido estos delitos en La Paz, son dos personas de sexo femenino. No podemos dar mayores elementos para no perjudicar la investigación que sigue en curso", expresó durante un mensaje a la prensa.
Desde la propia CEB se emitió un mensaje en ese momento aclarando que los daños son reparables, pero también llamando al “respeto de la vida y al encuentro fraterno entre hermanos”.
No obstante, una percepción que crece entre los obispos y fieles de Bolivia, ante el aumento de agresiones en las últimas semanas, es que se busca callar a la Iglesia. Incluso, el propio presidente de la CEB, monseñor Aurelio Pesoa, hizo notar coincidencias cuando en 2009 un artefacto detonó en la residencia del fallecido cardenal Julio Terrazas.
“Pensamos que es un amedrentamiento para decir: 'lo que deben hacer ustedes es callarse'. Ojalá no sea aquello (...) En 2009, el atentado al Cardenal fue para silenciarlo", indicó en entrevista con radio Fides.
El propio Peso lamentó el “ambiente de terrorismo en el que ha caído el país”.
Un mensaje de los laicos de La Paz
En las últimas horas quien también se pronunció, y con un tono similar al de Pesoa, fue el propio Consejo de Laicos de la Arquidiócesis de La Paz. Lo hizo a través de un comunicado titulado “Pretenden amedrentar el rol pastoral y profético de la Iglesia”.
A través de la declaración, los laicos expresaron su solidaridad ante la agresión explosiva en la CEB.
“Hacemos un llamado a estos mensajeros de la violencia, a desterrar de sus corazones el odio y deponer actitudes, que sólo siguen profundizando la confrontación y polarización de nuestra sociedad”, señalaron (ver comunicado completo aquí).
En tanto, los ataques contra la Iglesia en Bolivia han ido en aumento en las últimas semanas, en especial tras el caso de la niña embarazada de 11 años que fue violada por su abuelastro y que fue sometida a una intervención para que abortara.
El triste caso lo pudiste seguir de cerca en Aleteia y en aquel entonces se acusó a la Iglesia de haber intervenido en el cambio de decisión de la niña, quien manifestó su deseo de continuar con el embarazo. Todo eso derivó, por ejemplo, en ataques a varias iglesias.