Qué grande que las redes sociales movilicen a muchas personas para ayudar a otros. Es lo que ha ocurrido con la fotografía ganadora de este año en los Siena International Photo Awards. El impacto que ha producido en el público generó una ola de solidaridad con el pequeño Mustafá, un bebé sin brazos ni piernas.
La fotografía dio la vuelta al mundo en pocos días. Se trata de una imagen en la que se ve a un adulto sosteniendo a un niño en brazos. Son padre e hijo, Munzir y Mustafá Al-Nazzal, vistos por objetivo del fotógrafo turco Mehmat Aslan. Con ella se impuso como ganador de los Siena Awards 2021. Resumía la tragedia de la guerra y al mismo tiempo la esperanza.
Un gas que afectó al embarazo
Al padre le falta una pierna, que hubo de amputársele tras un bombardeo en Siria. El hijo nació sin brazos ni piernas por culpa del gas que respiró su madre durante el embarazo. Un gas utilizado como arma química durante el mismo conflicto en su país, lanzado por las fuerzas del presidente sirio Bacher Al Assad. La familia vive ahora refugiada en Siria.
Pero el premio ha dado un giro insospechado a la historia de esta familia, y de paso a la historia de los Siena Awards. Los organizadores del certamen fotográfico han conseguido recoger más de 64.000 euros en donativos. Con ellos la familia refugiada podrá sufragar el viaje y la estancia de la familia en Italia, donde el niño y el padre recibirán cuidados médicos y las prótesis necesarias en un hospital especializado de la provincia de Bolonia.
El ministerio del Interior del Gobierno de Roma, además, se ha implicado en el caso y se ha comprometido a acelerar los trámites burocráticos para que la familia Al-Nazzal llegue cuanto antes a Italia, con estatus de refugiados. Una gran lección, claro ejemplo de la reclamación del papa Francisco a los políticos en cuestiones de solidaridad con los migrantes que marchan de su país obligados por la guerra.
Seguir apoyando a la familia de refugiados
«Con la campaña que lanzamos hemos demostrado en pocos días que una fotografía puede marcar la diferencia», explicó Luca Venturi, director artístico del concurso fotográfico de Siena al diario “El Correo”.
«Es una imagen muy potente, que sabíamos que iba a dar la vuelta al mundo y permanecer en la historia, como aquella instantánea de la niña en Vietnam. No te olvidas de ella. Pero pretendíamos que no solo provocara una reflexión en quien la veía, sino que también marcara una diferencia de manera concreta y pudiéramos ayudar a esta familia».
La iniciativa quiere hacer acompañamiento del pequeño Mustafá y su familia de una manera prolongada en el tiempo, para que puedan ser autosuficientes en su nuevo país y el niño vaya cambiando las prótesis con la edad, según vaya creciendo. Para ello cuentan con la disponibilidad de un prestigioso centro especializado en prótesis situado en Budrio (Bolonia).