Era un monje de origen inglés. San Bonifacio, "el apóstol de Alemania", le pidió que le ayudara en la evangelización de las tierras germánicas y se latinizó el nombre, que significa "blanco"
San Witta era un monje anglosajón nacido en Inglaterra en el siglo VIII. Fue el primer obispo de Bürberg (en la actual Alemania). Recibió el encargo de san Bonifacio (nacido en Devonshire) de evangelizar la región de Hesse. Se trata de uno de los primeros evangelizadores de Centroeuropa.

El nombre de Witta (de la misma raíz que white, “blanco” en inglés) corresponde a la lengua del lugar de nacimiento del santo.
Sin embargo, al trasladarse a la Germania para cristianizar aquella tierra se hizo llamar Albinus, Albino en latín, que era su traducción.
En el año 741 fue ordenado primer obispo de Bürberg.
San Witta murió en la abadía de Hersfeld, en Germania, y allí está enterrado.
La colegiata de Hersfeld es, en la actualidad, la mayor iglesia románica en ruinas de Europa.
Oración
Dios todopoderoso y eterno,
que pusiste al obispo san Witta
al frente de tu pueblo,
te rogamos que por la eficacia de sus méritos
concedas a tu pueblo tu amor y tu perdón.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén
«Europa está llamada, ante todo, a reencontrar su verdadera identidad. En efecto, aunque se haya formado como una realidad muy diversificada, ha de construir un modelo nuevo de unidad en la diversidad, comunidad de naciones reconciliada, abierta a los otros continentes e implicada en el proceso actual de globalización.
Para dar nuevo impulso a la propia historia, tiene que « reconocer y recuperar con fidelidad creativa los valores fundamentales que el cristianismo ha contribuido de manera determinante a adquirir y que pueden sintetizarse en la afirmación de la dignidad trascendente de la persona humana, del valor de la razón, de la libertad, de la democracia, del Estado de Derecho y de la distinción entre política y religión».
San Juan Pablo II, Ecclesia in Europa, n. 109
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