Por una amplia mayoría, el Congreso de El Salvador resolvió esta semana respaldar la ley del aborto existente y no dar cabida a la apelación de excepción que permitiría el aborto en casos de violación, riesgo para la salud de las mujeres o deformidades del feto que amenazan su vida.
Las causas de excepción habían sido introducidas por un grupo de mujeres que consideran que la actual ley antiaborto salvadoreña –que data de 1998—es lesiva para sus derechos. El Congreso dejó sin modificar la ley por 76 votos a favor y 11 en contra.
El Salvador, junto con Nicaragua, son los dos países de Centroamérica que consideran ilegal cualquier procedimiento de aborto. Según la legislación vigente, las salvadoreñas que aborten pueden enfrentar cargos de homicidio y purgar penas desde ocho y hasta treinta años de prisión.
En tanto que los médicos que practiquen un aborto pueden perder su licencia de por vida y enfrentar penas de cárcel de hasta doce años.
El mes de septiembre pasado, grupos de mujeres por el derecho a decidir introdujeron al Congreso tres supuestos del aborto: en caso de violación, graves malformaciones potencialmente mortales o el riesgo para la salud de la madre.
No, por tercera vez
Esta es la tercera ocasión desde 1998 que grupos pro-legalización del aborto a partir de estas excepciones la han llevado al Congreso y en las tres el resultado ha sido negativo por parte de los legisladores salvadoreños.
La decisión del Congreso, con mayoría del partido Nuevas Ideas, ha sido respaldada por el presidente Nayib Bukele. Éste, a fines de septiembre recalcó que no estaba en su intención cambiar la ley vigente; y dijo que no iba a "proponer ningún tipo de reforma a ningún artículo que tenga que ver con el derecho a la vida, con el matrimonio o con la eutanasia".
En sus declaraciones, Bukele acusó a la oposición de haber difundido rumores en el sentido que estaba a favor tanto del aborto como de las uniones homosexuales y de la eutanasia. Y agregó: "Ustedes me conocen desde hace muchos años y saben que no propondría ninguna de esas cosas, por más presiones internacionales que tenga".
Según datos extraoficiales, actualmente, hay cuarenta mujeres que están cumpliendo penas de prisión bajo cargos penales por abortar.
El Salvador sigue siendo una diferencia en este rubro; cuando en Hispanoamérica, con México sumado en las últimas fechas, existe una ola despenalizadora del aborto que está creciendo a un ritmo vertiginoso.
Por su parte, la ley salvadoreña ha sido recurrente al señalar que existe vida humana desde el momento de la concepción; y ha tutelado al no nacido como una persona sujeta de derechos, el principal de todos, el derecho a la vida.