Nacida a raíz de la JMJ en Cracovia en 2016, la edición polaca de Aleteia celebra su quinto aniversario esta semana. En tan solo unos años, esta edición se ha convertido en un imprescindible y atrae a más de 1,5 millones de lectores en Polonia cada mes.
Cuando se lanzó la edición polaca a finales de 2016, Aleteia ya estaba disfrutando de un impulso global, con equipos en una veintena de países y ediciones en francés, inglés, español y portugués.
Pero el nacimiento de la edición polaca trae inmediatamente a nuestro trabajo misionero la frescura de un público católico joven, dinámico, anclado en su tiempo y rico en una historia donde la fe es central en las pruebas.
«Desde el principio, queríamos mostrar a las personas seculares que todos pueden vivir cerca de Dios en la vida que han elegido», explica Anna Sosnowska, editora en jefe de Aleteia Polonia.

«Continuamos hoy: queremos hablar con la gente sobre lo que es bueno y valioso en su vida diaria, y no solo a puerta cerrada de asuntos religiosos».
1,5 millones de lectores cada mes
«Cuando Aleteia comenzó en Polonia, se predijo que fracasaríamos», dice Anna Sosnowska. Y, sin embargo, cinco años después, mientras la Iglesia atraviesa una gran crisis en Polonia (caída en la práctica religiosa, caída en el número de vocaciones, etc.), somos más de un millón de lectores cada mes. Gracias a la pandemia, incluso hemos contado hasta 2 millones de visitantes mensuales, dice, y no hemos dicho nuestra última palabra».

¿Qué funciona sobre todo? «La sencillez. Es por la sencillez que nuestros contemporáneos comprenden que una vida de fe es posible e importante para ellos ”. Más allá de los temas de actualidad o cotidianos que marcan el éxito de la edición polaca de Aleteia, el equipo, con sede en Varsovia, ha podido en cinco años hacer resonar para los lectores de otros idiomas de Aleteia historias y temas tomados de la rica, a veces oscura, historia de los católicos en Polonia.
Ejemplos de fe edificante
Los artículos de la edición polaca se traducen periódicamente a otros idiomas. Como la conmovedora historia de la familia Ulm, el padre, la madre y sus siete hijos, asesinados por los nazis en 1944 por esconder judíos. O los numerosos testimonios en torno a la figura de Juan Pablo II y los gigantes de la fe que Polonia ha visto crecer.
Con motivo del quinto aniversario de la edición polaca, se celebró una misa de acción de gracias en presencia de todos los periodistas de la redacción polaca y de la dirección general de Francia.
Los internautas polacos pudieron seguirla en directo en Facebook y rezar con ellos para que Aleteia siga poniéndose al servicio de la difusión de la Buena Nueva.
