Podría ser un capítulo de arrancada en una novela de Frederick Forsyth o John Lecarré: una bebé afgana nacía en pleno vuelo de evacuación militar estadounidense cuando el avión se dirigía a la Base arérea de Ramstein, en Alemania.
Ocurrió el pasado día 22, cuando todo el mundo asistía pasmado a la irrupción de los talibanes en el poder de Afganistán y miles de personas trataban de huir del país.
El general Tod Wolters, comandante del Mando Europeo de EE.UU. y comandante supremo aliado de la OTAN en Europa, explicó que los militares responsables del vuelo habían conversado con la madre y el padre de la bebé. "Llamaron a la niña Reach. Y lo hicieron porque el distintivo de llamada del avión C-17 que los llevó de Qatar a Ramstein era Reach".
Reach significa en inglés "llegar a, alcanzar un punto". Es lo que su familia y cientos de miles de personas más tratan de hacer estas semanas: alcanzar un lugar de paz donde vivir. Y es que su país está tomado por un gobierno extremista que dice regirse por las leyes dadas por Alá en un Corán interpretado a su modo, lamentablemente inhumano.
La mamá de Reach, de nacionalidad afgana, apareció en las imágenes difundidas aunque con el rostro ocultado digitalmente. El motivo: preservar su seguridad y la de las personas que viajaban con ella en el avión de transporte C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
El Mando de Movilidad Aérea de EE.UU. tuiteó la información sobre el parto el domingo, diciendo que la embarazada había comenzado a tener problemas en pleno vuelo. "El comandante de la aeronave decidió descender en altitud para aumentar la presión del aire en la aeronave, lo que ayudó a estabilizar y salvar la vida de la madre".
El mismo tuit señaló que el personal médico del 86º Grupo Médico de la Fuerza Aérea subió a bordo para atender el parto una vez que el avión aterrizó.
"Al aterrizar, los aviadores del 86º MDG subieron a bordo" y el parto se produjo "en el compartimento de carga de la aeronave", decía otro tuit.
Reach y su madre fueron trasladadas entonces a un centro médico cercano. Gracias a Dios, ambas se encuentran bien.
"Como bien pueden imaginar, siendo un piloto de combate de la Fuerza Aérea, es mi sueño ver a esa joven niña llamada Reach crecer y ser una ciudadana estadounidense y volar cazas de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en nuestra Fuerza Aérea", bromeó Wolters.
Por su parte, la enfermera que atendió el parto explicó en declaraciones a CNN que "esperaba lo peor, con la esperanza de lo mejor".
"Cuando evalué a la paciente, habíamos pasado el punto de no retorno. Ese bebé iba a nacer antes de que pudiéramos trasladarla a otro centro", dijo la capitana del ejército de Estados Unidos Erin Brymer, enfermera titulada del Centro Médico Regional de Landstuhl.
Al preguntarle cuándo le pareció que las cosas iban a ir bien tanto para la bebé como para la madre, Brymer dijo: "¡Cuando la bebé salió gritando!, y pudimos ponerla directamente sobre el pecho de la madre y conseguir que le diera el pecho enseguida, me dije: 'Vale, estamos bien aquí'".
Tal vez fuera por los nervios y la emoción del momento, pero resulta que el piloto anunció por error que el bebé era un niño. Brymer lo corrigió. "Quiero decir que es una niña", dijo entonces el piloto.
Además de parecer una novela de suspense, recuerda aquella cita del Libro del Eclesiastés: hay "un tiempo para todo... un tiempo para nacer". Así de grandioso y de esperanzador.