Según la agencia de noticias Reuters, el presidente de la Comisión para el Diálogo con la Santa Sede, del Gran Rabinato de Israel, se ha quejado de los recientes comentarios del Papa Francisco sobre la Ley judía y pide una aclaración.
Durante la audiencia general del 11 de agosto de 2021, el Papa Francisco había afirmado: “la Ley …no da vida por sí misma”.
"En una carta vista por Reuters, el rabino Rasson Arousi […], presidente de la mencionada Comisión, dijo que los comentarios parecían sugerir que la ley judía está obsoleta", informó la agencia de noticias.
Las autoridades del Vaticano están “estudiando actualmente la misiva y considerando una respuesta”, añadió la agencia norteamericana.
La carta fue escrita al día siguiente de la catequesis del Papa del 11 de agosto de 2021.
El jefe de la Iglesia Católica hablaba a varios cientos de peregrinos sobre un pasaje de la carta a los Gálatas escrita por Pablo después de la resurrección de Jesús.
En esta predicación, menciona al apóstol que explica la relación que los seguidores de Cristo -judíos convertidos o paganos convertidos- deben tener en adelante con la Ley judía.
En su enseñanza, el Papa recordó que San Pablo no estaba "en contra" de la ley mosaica, que la "observaba" y había defendido varias veces su origen divino.
“La Ley —aun siendo de origen divino y teniendo un lugar en la Historia de Salvación, aún ahora—, no da vida por sí misma. Quien busca la vida verdadera debe mirar a la promesa, a su realización en Jesús, al encuentro con Jesús”, dijo el Papa.
En esta perspectiva, “el sucesor de Pedro explicó que la Ley debe ser considerada como un "pedagogo hacia la fe en Cristo”.
"En su homilía, el Papa presenta la fe cristiana no sólo como un sustituto de la Torá, sino que afirma que la Torá ya no da vida, lo que implica que la práctica religiosa judía en la época actual queda obsoleta", lamenta el rabino Arousi en su carta enviada al cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Y añadió: "Esto forma parte de la enseñanza del desprecio a los judíos y al judaísmo, que creíamos totalmente desautorizada por la Iglesia".
Por ello, el rabino pidió una aclaración al Papa Francisco para "asegurar que cualquier conclusión despectiva extraída de esta homilía sea claramente repudiada".
Desde 1965, las relaciones entre católicos y judíos son cada vez más estrechas
El rabino Rasson Arousi conoce bien el Vaticano, ya que preside la Comisión del Gran Rabinato de Israel para el diálogo con la Santa Sede.
Esta comisión bilateral nació del impulso de la reunión de Juan Pablo II en Jerusalén con los principales rabinos de Israel en 2000.
Desde entonces, cada año se celebra un encuentro, alternando entre Roma y Jerusalén, entre representantes de la Iglesia católica y las autoridades judías.
El rabino Rasson Arousi participa desde 2015. En 2018, durante un encuentro en Roma, el Papa Francisco recibió a la comisión en audiencia privada.
Reafirmó su compromiso personal con el progreso de las relaciones católico-judías: "Somos hermanos e hijos de un mismo Dios y debemos trabajar por la paz de la mano".
En 2015, en una reunión celebrada en Jerusalén, ambas partes se congratularon de la elaboración de un documento conmemorativo de la Nostra Aetate.
Se trata de la primera declaración conciliar que ofrecía un comentario teológico sobre la relación entre Israel y la Iglesia, publicada en 1965 con motivo del Concilio Vaticano II.
En el documento que marca el aniversario, los representantes judíos -entre ellos el rabino Rasson Arousi- y los católicos se congratulan del reconocimiento común de "la validez eterna de la Alianza Divina con el pueblo judío, llamado a ser fiel a la Torá", así como del reconocimiento del "valor de la fe judía y de la interpretación de las Sagradas Escrituras".
¿Podrá la protesta manuscrita del rabino marcar una ruptura en la historia reciente de las relaciones entre representantes judíos y católicos? De hecho, la situación podría aclararse rápidamente.
Según Reuters, el rabino Arousi consideró la posibilidad de que algunas de las palabras del Papa Francisco hubieran sido escritas por asistentes y que su texto no hubiera sido debidamente revisado.