El ángel de la Anunciación aparece y desaparece en escena ante los ojos de los espectadores; la imagen de Cristo emerge de las aguas entre neblina; rayos de apariencia eléctrica sacuden el cielo en el momento de su muerte, y una orla de nubes le permite ascender al cielo y alejarse de la vista de sus discípulos.
Todos estos hechos, y muchos otros narrados en los Evangelios, cobraron vida por primera vez en ‘Vida y pasión de Jesucristo’ (1905-1907), gracias a la magia de Segundo de Chomón, maestro de los efectos especiales y los trucajes y primera figura internacional del cine español, de cuyo nacimiento se cumplen ahora 150 años.
El resultado, organizado a partir de alrededor de 44 escenas, a modo de un vía crucis referido a toda su vida, resultó tan didáctico y vistoso que fue usado por los misioneros para la evangelización.
Algo no del todo inusual en la época, pues otras recreaciones anteriores y posteriores de la vida de Cristo, fueron utilizadas también para la catequesis.
Las imágenes permitían contar al espectador, de forma sintética, los principales acontecimientos de su existencia, y, dado el carácter silente de las obras, no impedían la superposición de comentarios explicativos.
Y se incluyeron episodios que no suelen aparecer en las películas, como la Transfiguración, así como otros que no proceden de los evangelios, como la historia del paño de la Verónica.
La película ‘Vida y pasión de Jesucristo’, atribuida a Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet, fue una producción de la compañía francesa Pathé Frères, una de las más importantes del mundo por aquel entonces, con la que el experto español mantuvo intensa relación profesional durante cerca de una década.
Aunque inicialmente se dudó de la participación de Chomón en esta película, pues no está acreditado, fue el investigador español Juan-Gabriel Tharrats quien identificó algunos elementos inequívocos de su estilo en las imágenes. Con todo lo más probable es que trabajara bajo la supervisión de Zecca, que entonces era el jefe en efectos especiales de la compañía.
La película se redescubrió en la Muestra de Cine de Bolonia del año 1989. “Para mí y para los demás espectadores especializados fueron 50 minutos de gozosa proyección, por su corte teatral, su primitivismo naif, demodé, que recordaba nuestras ingenuas representaciones teatrales de hace unos lustros”, recuerda Tharrats.
‘Vida y pasión de Jesucristo’ fue editada en video doméstico hace diez años por Resen y distribuida por Karma -aunque sólo con 35 de los cuadros originales- y es, en efecto, una verdadera delicia a poco que uno sea capaz de ajustar la mirada.
La construcción en escenas con una narración sencilla y sin sofisticaciones recuerda a la tradición de las representaciones populares de los relatos bíblicos, como los autos de Navidad, por ejemplo. Las imágenes traspiran ese carácter popular, inmediato y sencillo.
A ello contribuye, además, el coloreado manual de muchas de las escenas y de algunos personajes, como la Virgen María, que siempre aparece iluminada, o los ángeles e intervenciones divinas.
A ello hay que añadir un importante trabajo de producción, mediante la construcción de decorados y fondos pintados que recrean los distintos escenarios de la vida de Cristo. Su obvia teatralidad refuerza el carácter simbólico del relato, que en ningún caso busca convencer mediante un estilo realista.
Hay que resaltar también una cuidada planificación dentro de cada escena, que reconcentra los acontecimientos en un mismo cuadro cinematográfico. Por ejemplo: en el episodio que narra el momento en el que el cuerpo de Cristo se deposita en la tumba, tenemos a la izquierda el sepulcro, en el centro el camino por el que llega la comitiva, y a la derecha una recreación del Monte del Calvario con las tres cruces desnudas en lo alto.
Pero lo que da una vida especial a la película son los abundantes trucajes y efectos especiales de Segundo de Chomón, con la colaboración de Zecca, con constantes apariciones y desapariciones de ángeles y coros angelicales que hacen presente lo sobrenatural a lo largo de todo el relato.
Chomón se convirtió en esos años en el especialista en efectos de Pathé Frères para todas sus producciones, no únicamente las que realizaba él personalmente. Y éste es el caso de la ‘Vida y pasión de Cristo’.
La película no fue la primera en recrear la vida de Jesús de Nazaret -hay constancia de al menos dos más en 1898- pero sí con seguridad la primera que recreó con eficacia fantástica los aspectos sobrenaturales del relato.
Y es que el cineasta español, autor de decenas de obras propias, de distintos estilos, pero entre las que destacan las fantasmagorías, relatos en los que ocurren cosas insólitas gracias a su dominio del trucaje -como en la célebre ‘La casa eléctrica’, una de sus obras más conocidas- compitió con el mismísimo Méliès por el liderazgo del cine fantástico y fue reclamado por artistas de toda Europa.
Tras su etapa francesa, Segundo de Chomón fue contratado en 1912 por la compañía italiana Itala Film, con sede en Turín. Allí trabajó a las órdenes de Giovanni Pastrone en la monumental ‘Cabiria’, la primera película de romanos, o peplum, de la historia, que sirvió de inspiración para ‘Intolerancia’, de Griffith.
Posteriormente Abel Gance reclamó sus servicios para los efectos especiales de otra obra maestra del cine europeo: ‘Napoleón’.
Pese a todos estos méritos, la industria española mantuvo en el olvido a la figura de este aragonés de Teruel, muy vinculado con la ciudad de Barcelona, hasta que los festivales de cine de Ottawa (Canadá), en 1978, Annecy (Francia) y Pordenone (Italia), ambos en 1985, recuperaron su obra y reivindicaron su valía.
En España hubo que esperar hasta 1988 para que se le dedicara una retrospectiva, lo que ocurrió en Barcelona, si bien enseguida se sumaron Valencia y Murcia.
La Filmoteca de Cataluña publicó hace una década ‘Segundo de Chomón (1903-1912). El cine de la fantasía’, una selección de sus cortometrajes, acompañada por un amplio ensayo, que es el mejor modo de iniciarse en su siempre sorprendente mundo.
En este enlace puede verse la película, pero con sólo una parte de los coloreados
