Los Juegos Olímpicos de Tokio nos muestran historias de superación únicas. Una de ellas, sin duda, es la de Saúl Craviotto. El piragüista español lleva una brillante carrera de éxitos deportivos pero el año pasado, al desencadenarse la pandemia del coronavirus, decidió aparcar los entrenamientos intensivos para ayudar en la lucha contra la covid-19.
Craviotto (nacido en Lleida en 1984) es policía de profesión y tenía un permiso especial del Cuerpo Nacional de Policía para dedicarse exclusivamente al piragüismo. Sin embargo, en marzo de 2020, una vez declarado el estado de alarma en España, consideró en conciencia que haría un mayor servicio a la sociedad regresando a su puesto de trabajo.
En ese momento, Craviotto dejaba en interrogante la posibilidad de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que en esos días quedaban aplazados hasta julio de este año 2021.
Craviotto trabajó sin descanso. El Comité Olímpico Español y los miles de aficionados al deporte seguían mirando con interés -y cierta preocupación- qué ocurría con el equipo de piragüismo. En España es además popular por su participación en el programa “Masterchef”, donde demostró ser muy buen compañero.
Puedes ver aquí una galería de imágenes de Saúl Craviotto:
Entreno intensivo desde enero
Craviotto acumula un palmarés de cuatro medallas de oro, dos de ellas obtenidas en los Juegos de Pekín’2008 y Río de Janeiro’2016. Tokio podía ser, como él mismo había manifestado en repetidas ocasiones, culminación de sus logros deportivos. A nadie le escapa que son, posiblemente, sus últimos Juegos.
Pero en enero de este año todo cambió. Craviotto volvió a los entrenos intensivos y calculó que valía la pena el esfuerzo de llegar a los Juegos Olímpicos a por el oro.
El entrenamiento desde entonces ha sido durísimo, casi extenuante. Miguel García, técnico de K4-500, explicó esta misma semana que han sido horas y horas a máxima potencia, y que Saúl llegó a vomitar a causa del esfuerzo. Algo que suele pasarle también en competición, según señaló el entrenador.
Hay que tener en cuenta además, que Craviotto tiene 36 años.
“Ha sido duro, está siendo duro… pero es un objetivo ambicioso”, confiesa uno de sus compañeros en la piragua.
El marca de la piragua
Craviotto afronta el reto con tremenda ilusión. Él competirá en diversas pruebas, desde en solitario hasta en K4-500.
Es el marca en la piragua de cuatro. Esto significa que va delante, en la proa, y marca el ritmo de competición y de palada. Los demás dependen de él y cada uno aporta su cometido.
El segundo transmite todo lo que hace el marca a los demás y a la vez comunica al marca lo que ocurre con los compañeros de atrás. El tercero aporta fuerza y el cuarto, desde la popa, da equilibrio al deslizamiento.
Craviotto pesa diez kilos más (97 en total) que el resto de sus compañeros, lo que ha hecho que el reparto de pesos haya sido una obra de “ingeniería” para ganar en velocidad sobre la lámina de agua. La piragua de K4-500 se ha construido en Portugal…
Desde enero, la contrarreloj puso en marcha para que Tokio sea un éxito absoluto. El equipo ha demostrado que está en plena forma. En mayo ganaron la Copa del Mundo de Szeged al imponerse a Alemania.
Ahora que ya están en la Villa Olímpica solo queda desearles suerte, a Craviotto y a su equipo, y darle las gracias al piragüista por haber antepuesto el bien de las personas en pandemia a su triunfo personal.
En la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos se le podrá ver: tiene el honor de llevar la bandera de España, junto con la nadadora Mireia Belmonte (la mejor nadadora española de la Historia), como sucesores de quien lo hiciera en 2016: Rafa Nadal.
Hoy celebramos a...