En vísperas del inicio del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, que tendrá lugar el 5 de junio, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el Papa Francisco envió un mensaje dirigido a Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y a Qu Dongyu, Director General de la FAO.
En el mensaje difundido en video y leído en inglés, por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano; el Santo Padre indica que esta conmemoración anual nos anima a recordar que todo está conectado:
Además, el Papa explica que la celebración de mañana cuenta con un significado especial, ya que tendrá lugar en el año en el que la ONU lanzará este Decenio para la Restauración de los Ecosistemas, que nos invita a asumir -dice Francisco- compromisos decenales destinados a cuidar nuestra casa común, apoyando e incrementando los esfuerzos para prevenir, detener e invertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo.
En este sentido, el Pontífice puntualiza que todos somos parte de este regalo de Dios que es la creación: "Somos parte de la naturaleza, no estamos separados de ella. Esto es lo que nos dice la Biblia", añade Francisco, subrayando que la situación actual del medio ambiente "nos llama a tomar medidas urgentes ahora para convertirnos en administradores cada vez más responsables de la creación y devolver a la naturaleza lo que hemos dañado y explotado durante demasiado tiempo".
De lo contrario -advierte el Santo Padre- "corremos el riesgo de destruir los cimientos de los que dependemos. Nos arriesgamos a sufrir inundaciones y hambre, y a sufrir graves consecuencias para nosotros y para las generaciones futuras. Esto es lo que nos dicen muchos científicos".
De ahí la insistencia del Papa en cuidarnos los unos a los otros, poniendo especial atención en los más débiles. Y todo ello creando una conciencia responsable, puesto que, "seguir por este camino de explotación y destrucción -de los seres humanos y de la naturaleza- es injusto y desconsiderado".
Asimismo, el Pontífice hace hincapié en que tenemos la responsabilidad de dejar una casa común habitable para nuestros hijos y las generaciones futuras, a pesar de que cuando miramos a nuestro alrededor, "vemos la destrucción de la naturaleza, una pandemia mundial que está causando la muerte de millones de personas y muchas crisis climáticas catastróficas que están teniendo graves efectos en las sociedades humanas e incluso la extinción masiva de varias especies".
Más allá de este complejo panorama al que se enfrenta el mundo, el Papa asegura que hay esperanza:
Igualmente, el Santo Padre recuerda que no podemos ignorar el hecho de que nos estamos quedando sin tiempo, ya que los científicos dicen que los próximos diez años (el plazo de este Decenio de las Naciones Unidas) serán claves para lograr restaurar los ecosistemas, lo que supondría la recuperación integral de nuestra relación con la naturaleza:
El Papa se despide invitando a repensar nuestras economías y a comprender el significado intrínseco del concepto restaurar:
"Restaurar la naturaleza que hemos dañado significa, ante todo restaurarnos a nosotros mismos. Al dar la bienvenida a este Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, seamos compasivos, creativos y audaces", concluye Francisco, deseando que la humanidad ocupe el lugar que le corresponde como la "Generación de la Restauración".