El cardenal Reinhard Marx ha pedido al papa Francisco que acepte su renuncia al cargo de arzobispo de Múnich y Freising y que decida sobre su futuro, informó la Iglesia alemana este 4 de junio de 2021.
En una carta del 21 de mayo al Líder de la Iglesia Católica, el cardenal alemán expuso sus razones para dar este paso con un "me da culpa" personal sin precedentes en “la catástrofe de los abusos” cometidos en varias décadas por parte de miembros del clero en Alemania.
El papa Francisco comunicó al cardenal Marx que esta carta ya podía hacerse pública y que el cardenal debía seguir ejerciendo su ministerio episcopal hasta que se tomara una decisión.
"En esencia, para mí se trata de asumir la corresponsabilidad por la catástrofe de los abusos sexuales cometidos por funcionarios de la Iglesia en las últimas décadas", escribió Marx al Papa. Las investigaciones y los peritajes de los últimos diez años demostraron para él que hubo "muchos fallos personales y errores administrativos", pero "también fallos institucionales o sistémicos".
Las últimas discusiones habían mostrado "que algunos en la iglesia simplemente no quieren aceptar este elemento de corresponsabilidad y por lo tanto también de co-culpabilidad de la institución, y por lo tanto se oponen a cualquier diálogo de reforma y renovación en relación con la crisis de los abusos". Marx rechazó claramente esta actitud. En su lugar, dijo, debe continuar la "vía sinodal" iniciada en Alemania, por la que Marx ha abogado firmemente.
La Iglesia católica había llegado a un "punto muerto”, argumentó el presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania. Con su renuncia al cargo, quizás espera dar ejemplo personalmente para que la jerarquía eclesial alemana despierte de un largo letargo de ‘negligencias’ y marcar una nueva ruta para la Iglesia. "Quiero mostrar que no es el cargo lo que está en primer plano, sino la misión del Evangelio”, confirma el alto prelado que argumentó que su decisión fue fruto de su meditación durante el periodo de pascua.
En su declaración personal, Marx dijo que había considerado repetidamente la posibilidad de renunciar al cargo en los últimos meses. "Los acontecimientos y los debates de las últimas semanas sólo desempeñan un papel secundario en esto". Dijo que su petición de aceptar su renuncia al cargo era una decisión muy personal. "Quiero dejarlo claro: Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad personal, no sólo por mis propios errores, sino por la institución de la Iglesia, que he ayudado a formar y moldear durante décadas."
La renuncia del alto prelado tiene lugar después de que la semana pasada el Obispo de Roma anunciara el envío de una comisión a la archidiócesis de Colonia para analizar los cientos de casos de abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero.
Sin duda son pocos los líderes de la Iglesia que asumen personalmente las culpas por el sufrimiento causado por los abusos de poder, consciencia y sexuales. "A raíz del proyecto científico (estudio MHG) sobre los abusos sexuales a menores encargado por la Conferencia Episcopal Alemana en la Catedral de Múnich, dije que habíamos fracasado, pero ¿quién es ese "nosotros"? Sin duda, soy parte de ello. Y eso significa que tengo que sacar conclusiones personales. Cada vez lo tengo más claro".
En la misiva de tres páginas traducida del alemán al inglés y el italiano, el cardenal Marx, además asesor personal del Papa en la Reforma sostiene su decisión considerando el declive de los escándalos en la Iglesia: "He sido sacerdote durante cuarenta y dos años y obispo durante casi veinticinco, veinte de los cuales fui Ordinario de una gran diócesis. Compruebo con dolor cuánto ha disminuido la estima de los obispos en la percepción eclesiástica y secular, de hecho, probablemente ha alcanzado su punto más bajo. Para asumir la responsabilidad, según mi punto de vista, no basta con reaccionar sólo cuando es posible identificar, a partir de los hechos, quiénes son los responsables y cuáles son sus errores y omisiones. En cambio, se trata de aclarar que nosotros, como obispos, vemos a la Iglesia como un todo."
Y añadió el cardenal Marx con un espíritu critico inusual, considerando los hechos y la posición del clero en otros países como Chile e Irlanda: "No es posible simplemente relegar los agravios al pasado y a los funcionarios de la época y así "enterrarlos". Personalmente, siento mi culpa y corresponsabilidad también por el silencio, las omisiones y el excesivo peso que se le da al prestigio de la Institución. Sólo a partir de 2002, y con mayor intensidad desde 2010, surgieron los responsables de los abusos sexuales. Sin embargo, este cambio de perspectiva aún no ha dado sus frutos. La negligencia y el desprecio por las víctimas ha sido sin duda nuestro mayor defecto en el pasado".
Cabe señalar que la carta del cardenal Marx es publicada en la misma semana en que el Papa anunció una reforma a las leyes canónicas para reforzar las penas contra sacerdotes y laicos acusados de abusos.
La Santa Sede anunció este martes que Francisco había realizado cambios en el Código de Derecho Canónico. La Constitución Apostólica Apacentad la grey de Dios, que autoriza los cambios, es el primer texto penal que amplía la definición de abuso sexual, al reconocer explícitamente que los adultos, y no solo los niños, pueden ser víctimas de sacerdotes y laicos en posiciones de poder. Y determina resarcir a la víctima, entre otras novedades.
