Rezar con los salmos es una guía semanal que te ofrecemos para meditar sobre la Palabra de Dios. Hoy te presentamos el Salmo 145 (144).
Se trata del salmo que culmina con la proclamación de la soberanía de Dios sobre la vida e historia de los hombres, y se solía rezar por las mañanas en la tradición judía.
Es una exaltación de la profunda confianza que el salmista ha depositado en su Señor a lo largo de su vida. Ha palpado la gracia de Dios y ahora lo alaba y bendice con todas sus fuerzas a través de un canto de alabanza.
Deja claro que no importan las dificultades por las que el ser humano pase, el Dios de David está siempre presente y lo rescata constantemente; de esta manera se va creando un vínculo de unidad y cercanía que trascenderá la historia y los tiempos.
El ser humano es un ser limitado y frágil que se topa delante del Todopoderoso que es todo amor y toda misericordia. Frente a esta realidad, el hombre puede optar por caminar por el bien o el mal.
Con el tiempo se da cuenta que la única alternativa de vida, de buena vida, es la adhesión a la realidad divina del Creador que camina a su lado, lo apoya, consuela, protege y alienta sin medida y para siempre.
¡Confía, el Dios bueno está junto a ti, haz silencio y escucharás su voz!
Texto bíblico: Libreria Editrice Vaticana