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Líderes religiosos piden eliminar el “apartheid” de las vacunas

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En el Hogar Canavaro fueron vacunadas más de 300 personas

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Jaime Septién - publicado el 28/04/21
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Líderes religiosos de todo el mundo llaman a estados y farmacéuticas a vacunar al mundo contra la Covid

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Cerca de 150 líderes religiosos globales recordaron, en una carta abierta, que “cada persona es preciosa” por lo que demandaron el final de lo que ellos llamaron, con justa razón, “la vacunación nacionalista”.

Los líderes religiosos –que incluyen al anterior arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, el arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo, Thabo Makgoba, al Dalai Lama y al cardenal Peter Turkson, quien encabeza el dicasterio de Desarrollo Humano en el Vaticano—exigen que estados y compañías farmacéuticas produzcan y distribuyan vacunas suficientes para vacunar a todos en el mundo.

La petición es doble: que existan los biológicos suficientes para inmunizar a la población global contra el coronavirus y que se asuma, por ambas entidades, la “obligación moral” de que las vacunas alcancen para todos, ricos y pobres, especialmente para los pobres.

La propuesta es que los líderes del G7 que se reúnen el próximo mes de mayo den todos los pasos necesarios para asegurar un programa de vacunación cuyo objetivo sea lograr el bien común global.

“No podemos abandonar la responsabilidad con nuestras hermanas y hermanos imaginando que el mercado va a resolver la crisis o pretendiendo que no tenemos ninguna obligación con los demás con quienes compartimos la humanidad”, dicen los líderes en su comunicado.

En la parte central de la carta enfatizaron: “Cada persona es preciosa. Tenemos la obligación moral con todos en todos los países” y no solo quienes tienen posibilidades de vacunar a toda su población.

Este llamado –en conjunción con la People’s Vaccine Alliance – se produce tras el anuncio de la Casa Blanca en el sentido que Estados Unidos va a compartir más de sesenta millones de vacunas de AstraZeneca con diversos países en los meses siguientes, particularmente a la India, epicentro mundial de la pandemia.

Según el diario inglés The Guardian, países de África se están quedando sin reservas de vacunas y están preocupados sobre la posibilidad de adquirir dosis en el futuro inmediato.

La Organización Mundial de la Salud ha dado la voz de alerta: menos del uno por ciento de la población de África subsahariana ha sido vacunada a mediados de abril. La Iniciativa Covax, apoyada por Naciones Unidas, está muy lejos de enviar 18 millones de dosis a 41 países africanos. Ruanda, Ghana, Senegal, Togo, Túnez, Esuatini (antes Swazilandia) y Botsuana han agotado ya sus suplementos iniciales.

Muchas de las vacunas de Covax para los países africanos han llegado para la India, pero el gobierno de Nueva Delhi ha restringido las exportaciones para enfrentar su propia crisis. Por ello, los líderes religiosos hicieron un llamado para que los países que tengan excesos de vacunas, las compartan.

“Si una parte del mundo se le deja sufrir por la pandemia, todas las partes del mundo va a ponerse en riesgo de incrementar los contagios”, dicen los líderes religiosos. Se trata de hacer a un lado lo que se ha denominado el “apartheid” de las vacunas.

Economistas han calculado que el costo de la vacuna universal para los países del G7 es alcanzable y representaría una fracción mínima de los miles de millones de dólares ya comprometidos para la recuperación económica en la era post-Covid.

La pasada Cuaresma, el Papa Francisco hizo un llamado a la comunidad internacional para que supere las demoras de la distribución de la vacuna, especialmente en los países más pobres.

Hablando de parte de la People 's Vaccine Alliance, Fionna Smyth, quien encabeza Christian Aid, dijo a The Guardian que se tiene que producir una transformación de cómo las vacunas son producidas y distribuidas.

Las compañías farmacéuticas deben hacer que las vacunas contra el coronavirus sean producidas tan ampliamente como sea posible compartiendo su conocimiento y haciendo las patentes libres. Y los estados, respaldarlas. ¿Estarán listos para dar el paso? La próxima junta del G7 tendrá la respuesta.

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