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Infusiones del monje herbolario: para prevenir la hipotensión arterial

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María Eugenia Brun - publicado el 26/04/21
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Aprende de la sabiduría milenaria de los conventos cómo prevenir y tratar los pequeños trastornos de la salud

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Las hierbas han sido a lo largo de la historia de gran valor para el hombre y los animales. 

Se han utilizado en la medicina por miles de años para aliviar el dolor, cicatrizar heridas y desintoxicar el organismo, por lo que al día de hoy podemos encontrar infinidad de recetas con ellas, aún vigentes para el tratamiento de pequeñas molestias cotidianas.

En la época medieval, principalmente al final del Imperio romano, el cristianismo fue una religión de élite, de las clases nobles y urbanas, más tarde se predicó en la población campesina. 

Fue así que los monasterios se hicieron cada vez más importantes, eran comunidades independientes, incluso de cualquier tipo de conflicto y de la guerra. Por lo que era allí donde recurrían todo tipo de personas para cuidar a sus enfermos.

En ese momento se entendía que el cuidado del enfermo era el momento culmen de la compasión y de la caridad. Esta labor en los monasterios era llevada a cabo por monjes con capacitación y basándose en la ciencia y conocimientos aceptados de los antiguos griegos y latinos.

Para curar a sus pacientes utilizaban sus propias plantas medicinales que cultivaban en el llamado “jardín casero” que cuidaban con gran esmero y dedicación.

Estas plantas no eran raras, sino que eran especias conocidas que se encuentran comúnmente en la naturaleza, plantas aromáticas como el ajo, la albahaca, manzanilla, lavanda, regaliz, entre tantas otras.

Actualmente podemos encontrarlas fácilmente en tiendas especializadas o incluso en mercados grandes.

Otra buena opción es plantar nuestro propio jardín aromático en casa de esta manera tendremos a mano siempre las hierbas que necesitamos por ejemplo para prevenir una baja de la presión arterial y a su vez ponemos nuestro granito de arena para cuidar nuestra casa común. 

De todas formas, es importante saber que a pesar de que muchas plantas son fuente de estudio para obtener distintos fármacos, no es lo mismo. Por esta razón no deben utilizarse infusiones o té de hierbas como sustituto de ningún medicamento recetado por el médico tratante, sino solo como complemento en caso de molestias leves o como preventivo. 

    Poner en un frasco de vidrio, estos ingredientes, sellar el frasco y dejar macerar durante 20 días, agitando el recipiente cada día. 

    Filtrar y guardar la mezcla en frascos de vidrio oscuro bien cerrados. 

    Conseguir un gotero y tomar 15 gotas diluidas con un poco de agua 3 veces al día.

    Dejar reposar 3 pizcas de regaliz, 2 de menta y una de hisopo, durante 7 minutos, en agua hirviendo.

    Beber una aza 3 veces al día, después de las comidas.

    Angélica: pertenece a la familia Apiaceae y umbelíferas, esta planta medicinal habita en valles de las montañas de hasta 3000 metros de altura. La raíz se cosecha a principios de otoño. Como propiedades, es expectorante, sudorífico, es conocida como remedio para la fatiga y el estrés, y además brinda elasticidad a las arterias.

    Es una planta que también estimula el flujo sanguíneo por lo que es beneficiosa en el tratamiento de la mala circulación y dolor de piernas.

    Flores de toronjil: también conocida como melisa, pertenece a la Lamiaceae y Labiadas. Entre sus propiedades se encuentran, antiséptica, antiinflamatoria, antiespasmódica, carminativa, antipirética, digestiva, sedante, y estomática. 

    Normalmente si se usa adecuadamente no presenta efectos secundarios, pero en pocas ocasiones puede ocasionar: usado con medicamentos para dormir, puede acentuar estos efectos, no se recomienda en personas con trastornos psiquiátricos, tampoco en aquellos que presenten hipotiroidismo.

    Hisopo: pertenece a la misma familia del toronjil. Tiene propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas, astringentes, cicatrizantes, depurativas y tónicas. Y además la tradición popular le atribuye entre otras cosas la virtud de disminuir la presión arterial. 

    Regaliz: de la familia de Fabaceae, se consumen sus raíces. Presenta propiedades antinflamatorias, depurativas, digestiva, expectorante, y refrescante. Se usa mucho como digestivo, así como también frente  una acidez estomacal y gastritis.

    Al presentar grandes cantidades de ácido glicirrico, ayuda a elevarla presión arterial.

    Menta: La menta piperita es utilizada para “asentar el estómago”, evitar las flatulencias y digerir mejor los alimentos. Además es un antiespasmódico, y es considerado como un muy buen anti vomitivo, puede ayudar en patologías como colon irritable suavizando la mucosa intestinal (para acompañar un tratamiento ya establecido para esta patología).

    Se desaconseja su uso en personas con hernia de hiato o acidez por reflujo, cálculos renales o de vesícula.

    La presión arterial es la fuerza de la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos, que se mide en milímetros de mercurio (mm Hg).

    Hablamos de hipotensión o presión baja, cuando esta fuerza se encuentra por debajo o es igual a 90/60 mm Hg. Comúnmente puede ocasionar distintos malestares pero puede que no, ya que hay personas que presentan estos valores de forma habitual y no les representa un problema.

    Si se presenta valores bajos de forma continuada lo recomendable es consultar con su médico para analizar sus posibles causas y tratarlo si es necesario, si es algo ocasional podemos ayudarnos con algunos alimentos y estas infusiones mencionadas anteriormente. 

    Es importante evitar acudir a las clásicas papitas chips, refresco cola para subir la presión, lo ideal es elegir alimentos más sanos, como pueden ser:

    Un vaso de agua, una taza de té, café, un trozo de chocolate mayor a 80% de cacao, un par de aceitunas o un trozo de queso, un poco de atún o sardinas.

    Recetas del libro: Recetas de abadías y conventos. Té de hierbas y remedios naturales. Para curar ¨los pequeños males¨ con dulzura. Oxígeno editores. Colombia, 2016.

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