La primera referencia bíblica a los instrumentos musicales se encuentra en el capítulo 4 del Génesis cuando el texto del Antiguo Testamento menciona al quinto descendiente de Enoc, hijo de Caín: "Su hermano se llamaba Iubal; fue el padre de todos los que tocan la cítara y la flauta". La cítara y la flauta surgen así de la más antigua y antigua cultura hebrea.
Vayamos a la cítara. Algunos investigadores cuestionan la traducción de la palabra hebrea kinnor por cítara y optan por la lira y, a veces, incluso por el arpa. Este debate sigue siendo imposible de resolver por falta de fuentes literarias y arqueológicas más precisas. Pero está claro que este maravilloso instrumento de cuerda llega muy temprano para acompañar las alabanzas diarios y las celebraciones judías.
Un detalle del estandarte real encontrado en el cementerio de Our, que data del 2650 a.C, muestra en particular a un músico sosteniendo el instrumento, que debe haber sido lo suficientemente liviano para tocarlo mientras camina.
El primer libro de Samuel nos da, por su parte, una indicación más precisa, y por lo mismo preciosa, de lo que podría ser el uso de este instrumento durante las fiestas religiosas:
Las Sagradas Escrituras enfatizan que estos profetas tocaron su instrumento hasta llegar al trance, umbral que modifica el nivel de conciencia, favorable al encuentro divino. ¿Tendría la cítara algunos poderes en este sentido?
La Biblia sí señala que la cítara le permitió al joven David calmar los dolores del rey Saúl:
Por el poder benéfico de la cítara, el espíritu maligno que tocó al rey puede ser así ahuyentado por los sonidos y melodías del instrumento, al que David aplicará fácilmente: "Así, cuando el Espíritu de Dios descendió sobre Saúl, David coge la cítara y tócala. Entonces Saúl se calmó y se sintió bien: el espíritu maligno se apartó de él".
Es nuevamente David y su instrumento, la cítara, lo que la Biblia evocará durante el regreso triunfal del Arca de la Alianza:
El primer instrumento bíblico mencionado, la cítara y los dulces sonidos que permitía, podía sanar, acercar a Dios y así celebrar su gloria.
Por estas razones, el Libro de los Reyes indica que la cítara tenía que ser de madera preciosa e incluso especifica de qué raras especies podrían estar hechas estas últimas:
Ten en cuenta que, aparte de estos casos mencionados por la Biblia, parece que es la madera de ciprés la que se usaba más comúnmente para la fabricación de cítaras.
Lamentablemente, de este maravilloso instrumento que fue la cítara, el primer instrumento bíblico mencionado, con poderes benéficos y maderas preciosas, no nos ha llegado ningún rastro material, salvo el de su memoria…