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Tres obispos europeos fueron acusados de encubrir, si no de ayudar e instigar, en varios casos de abusos por parte de miembros del clero. Por este motivo, dos obispos de Polonia y otro de Alemania han sido suspendidos este 29 de marzo de 2021 por decisión del Papa Francisco. Procedimiento comunicado por la Santa Sede a través de las Nunciaturas locales en línea con el Código de Derecho Canónico, Carta Apostólica "VOS ESTIS LUX MUNDI” .
El caso más llamativo es sin duda el de los dos obispos polacos castigados por negligencia en casos de abusos: se trata de monseñor Slawoj Leszek Głódź, antiguo arzobispo de Gdansk, y monseñor Edward Janiak, ex obispo de Kalisz. Así lo ha anunciado este lunes en Varsovia la oficina del Nuncio Apostólico, que ha dicho que los obispos tienen la orden de cambiar de residencia y vivir fuera de sus antiguas diócesis.
Ellos tienen prohibido participar a las ceremonias litúrgicas y a los encuentros con los fieles. También tendrán que pagar de sus propios fondos personales a la fundación eclesial que ofrece asistencia a las víctimas de abusos sexuales del clero.
El procedimiento de la Santa Sede es consecuencia de la película documental de los hermanos Sekielski (2020, «Jugar a esconderse») que mostró cómo el ex obispo de Kalisz, monseñor Janiak, encubrió a Arkadiusz H., un sacerdote pedófilo, que había acosado sexualmente a niños durante varios años. La Santa Sede inició por primera vez una investigación sobre la negligencia del obispo Janiak, y luego lo retiró de la dirección de la diócesis de Kalisz.
Los procedimientos fueron conducidos por sacerdotes de fuera de la diócesis de ambos arzobispos, quienes fueron apoyados por un clérigo del exterior. 'La acusación de encubrir a un cura maltratador -que también surgió en el documental de mayo de 2019 «No se lo digas a nadie», es, de hecho, solo una de las muchas acusaciones que pesan sobre monseñor Slawoj Leszek Głódź. Una docena de sacerdotes -bajo anonimato- afirmaron que Glódź maltrataba a sus subordinados y ofrecía nombramientos eclesiásticos cobrando supuestamente un compenso, dinero con el que financiaba una lujosa vida. (La Stampa 29.03.2021).
De Polonia a Alemania, el segundo caso que aparece en la crónica es el de monseñor Stefan Heße, actual arzobispo de Hamburgo y antiguo arzobispo de Colonia.
Precisamente, durante su mandato en Colonia, el obispo alemán de 54 años, junto con otros altos jerarcas, ha sido acusado de no haber seguido ni denunciado los casos de abusos sexuales cometidos por clérigos, ni de haber sancionado a los autores o escuchado a las víctimas.
La archidiócesis alemana dio a conocer que monseñor Heße ya había ofrecido su renuncia el 18 de marzo, debido a la publicación del informe sobre los abusos en esa jurisdicción eclesial alemana desde la posguerra hasta nuestros días.
Este informe sobre presuntos casos de abusos sexuales a menores en la Iglesia católica, de 800 páginas, expone la existencia de al menos 314 casos de víctimas desde 1975 e identifica, tras el análisis de los documentos disponibles, a 202 presuntos autores de abusos.
Cabe recordar que en 2019, movido por las voces de las víctimas de abusos sexuales, de poder y de conciencia del clero, el papa Francisco había dictado normas que ‘responsabilizaban’ a los obispos; con la obligación de denunciar y pagar las consecuencias de posibles negligencias cuando se les comprobara ser parte activa a favor de ‘encubridores’ o 'protectores' de sacerdotes pedófilos o abusadores.