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1PLANIFIQUEN SUS REUNIONES DE FORMA ESTRATÉGICA
Cuanto más crece su hijo, más fácil es conseguir una rutina y planificar así sus reuniones en el momento en el que su hijo duerma. Una siesta por la mañana y otra por la tarde le permite asistir tranquilamente a algunas reuniones de trabajo. Si vuelve a trabajar mientras su bebé no ha cogido la rutina, dígase a sí mismo que todo saldrá bien y reserve sus mejores técnicas para que esté tranquilo durante las reuniones.
2INVERTIR EN UNA MOCHILA PORTABEBÉS
A los bebés les encanta que los lleven de un lado a otro, y de esta forma, usted tendrá las manos libres para trabajar. Pídalo prestado a un amigo y así saber cual es el que mejor le conviene. Si a usted o a su hijo no le gusta mucho la mochila portabebés, no tenga miedo de volver a intentarlo una semana después. Una semana es suficiente, su hijo crece y cambia rápidamente.
3ACEPTAR LA IMPERFECCIÓN
Tenga claro que no podrá trabajar o ser padre exactamente como se lo esperaba. Es normal sentirse abrumado cuando tenga que hacer malabares todas las semanas entre el trabajo y los hijos. Sin embargo, lo que es a la vez maravilloso y desconcertante en un niño es que sus necesidades y su horario cambia constantemente conforme va creciendo. Sea flexible y esté preparado para aceptar cada día una nueva normalidad.
4PLANIFICAR SUS COMIDAS
Su día a día conllevará horarios rutinarios para alimentar a su hijo, pero ¡no olvide que usted también necesita una buena alimentación! Prepare platos rápidos a principio de semana con la finalidad de tener la comida preparada y solo tener que colocarla en el plato, según la técnica de batch cooking que permite ganar tiempo y alimentarse de forma sana.
5ADOPTE HORARIOS FLEXIBLES
Si su profesión se lo permite, intente levantarse pronto y trabajar fuera del horario “normal”.
Organícese con su pareja, o una niñera, para que le tome el relevo por la tarde cuando la jornada empiece a fatigarle tanto a usted como a su hijo.
6ACEPTAR AYUDA
Si alguien se ofrece a ayudarle de alguna manera, diga que sí. Y si nadie se ofrece, pregunte. Permitir que otros le ayuden es un acto de vulnerabilidad, y da a los demás una buena forma de ejercer su generosidad. Si un amigo pregunta: "¿Cómo puedo ayudar? "Una buena forma de responder es ofrecer opciones. Por ejemplo, puede llevarle la comida, jugar con su bebé mientras usted trabaja o hacer un recado…
7RECURRA A LOS EXPERTOS CELESTES
Por último, cuando necesite intercesión extra, pídala a Santas que fueron madres a la vez que continuaban con su vida profesional, como Santa Gianna Beretta Molla, que era médico, o Santa Zélie Martin, "constructora del Puente de Alençon" que dio trabajo a 18 obreros. También ellas tuvieron que sufrir la tensión entre su papel de madres y las exigencias de su trabajo. Hermosos ejemplos de conciliación de la vida familiar y profesional, ¡y compatibles con la santidad!