Con motivo del octavo aniversario de la elección del Papa Francisco, una carta de saludo y apoyo fue firmada por una multiplicidad de referentes. Esto de ámbitos políticos, sociales y culturales de la Argentina que rara vez se expresan en un mismo sentido. El reconocimiento al Papa hizo que por un momento la grieta ideológica quede de lado.
Suscribieron el saludo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pero también su antecesora, en las antípodas partidarias, María Eugenia Vidal. Entre las decenas de firmas se ven la del diputado y referente de La Cámpora, Máximo Kirchner. Pero también la del senador de Juntos por el Cambio Esteban Bullrich. Los ministros de Acción Social de la Nación y de la Ciudad como Daniel Arroyo y María Migiliore. Y hasta comunicadores retóricamente enfrentados como Gustavo Sylvestre y Eduardo Feinmman. También aparecen, entre muchos otros referentes del sindicalismo, del mundo empresario, ministros de distintos gabinetes, gobernadores, intendentes, etc.
Admiración y cercanía
“Nosotros, argentinos y argentinas de distintos ámbitos de la vida pública, de diferentes procedencias religiosas, políticas e ideológicas, queremos manifestar nuestra admiración y cercanía por tu obra a favor de la Humanidad, en particular de los excluidos, y tu firme defensa de la Tierra frente a la devastación que sufre”, comienza la carta.
Y además de admiración, expresa afecto y compromiso con algunos de los llamados más contundentes de su pontificado: “Queremos que sepas que los argentinos y las argentinas te valoramos mucho. Valoramos enormemente tu tenaz trabajo por la paz y la justicia en todo el mundo. Valoramos tu voz potente y profética que denuncia la cultura del descarte y los graves problemas de nuestras actuales formas de vida. Nos unimos a tu clamor por tierra, techo, trabajo y desarrollo humano integral”.
Finalmente, se refieren al anhelado viaje al país: “Aunque deseamos y ansiamos tu visita, aceptamos la espera y confiamos en vos”.
El viaje a Irak nos recordó el liderazgo mundial de Francisco
En diálogo con Aleteia, el director de la Oficina de Comunicación de la Conferencia Episcopal, Máximo Jurcinovic, agradeció el gesto. También lo relacionó con el reciente viaje del Papa a Irak. “Vemos con gratitud, con alegría, que tanto el viaje del Papa a Irak como su octavo aniversario, son ocasiones para volver a descubrir el liderazgo de Francisco, y el valor de sus gestos”.
Según el padre Jurcinovic, “el viaje a Irak ha marcado claramente la agenda del mundo” . “Y para los que somos católicos sus gestos han sido y son un compromiso al diálogo, a la comunión, y un compromiso a una acción pastoral que realmente brota de la idea de Iglesia en salida. Este aniversario de Francisco fue celebrado con mucha fuerza bajo ese gesto pastoral y apostólico de la visita a Irak”, agregó.
Pero además de la carta política, rescata las múltiples iniciativas dentro y fuera de la vida de la Iglesia que han buscado reconocer lo que está siendo el pontificado de Francisco. “Ha sido muy importante, y es muy importante ver en la Argentina, en la que si bien los medios generalistas en su momento no lo han manifestado de la misma manera porque no han tenido una cobertura amplia del viaje a Irak, que ese gesto abrió a que el aniversario de la elección involucre a muchísimos sectores”.
“Por supuesto los sectores de la Iglesia, movimientos populares muchas veces inspirados en Francisco, comunidades, parroquias, que han celebrado el aniversario de Francisco conmovidos por lo que significó su viaje apostólico a Irak. Pero también esta carta que han firmado hombres y mujeres de todo el espectro político, cultural, comunicacional, de la justicia, de los sindicatos, agradeciéndole su presencia y su servicio”, continuó.
Podemos unirnos más allá de las diferencias
La carta, cree el padre Jurcinovic, “marca que Francisco y sus gestos hacen encontrarnos; hay una comunión que soñamos, que el Papa vive, que genera”.
“Nos hace soñar que podemos unirnos más allá de las diferencias. Con el aniversario de su pontificado, gracias al Papa Francisco, hemos sentido que podemos convivir en las diferencias porque todos concordamos que su presencia es un regalo para los creyentes, para los que valoran la misión de la Iglesia, e incluso para aquellos que no son creyentes, como pudimos ver en la carta y en todas las manifestaciones que hubo”, expresa
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