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El Papa en Mosul, destruida por el ISIS: La fraternidad es más fuerte

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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 07/03/21
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El Papa presidió emotiva oración por las víctimas de la guerra en Hosh al-Bieaa (plaza de la Iglesia) en Mosul, Irak. “Hoy, a pesar de todo, reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra“. Lo dijo el Papa Francisco durante la oración por las víctimas de la guerra en Mosul, Irak, este domingo, 7 de marzo.

El escenario de evento ha sido la plaza de las cuatro iglesias (sirio-católica, armenio-ortodoxa, sirio-ortodoxa y caldea), visiblemente destruidas entre 2014 y 2017 por los atentados terroristas y el odio fundamentalista. 

“Hoy elevamos nuestras voces en oración a Dios omnipotente por todas las víctimas de la guerra y de los conflictos armados” afirmó el Papa.

Edificios destruidos, niños con banderas, alegría y cantos. El Papa se conmovió en Mosul, la “ciudad de los profetas”, ocupada durante tres años por las tropas del autoproclamado Estado Islámico. La ciudad se llama así por la presencia de las tumbas de cinco profetas musulmanes

Se calcula que medio millón de personas, entre ellas más de 120.000 cristianos, han huido de Mosul, que tenía una población de 1.846.500 habitantes en 2004. 

Antes de rezar por todas las víctimas de la guerra en Irak y en todo el Oriente Medio, El Papa compartió palabras emblemáticas:

Si Dios es el Dios de la vida —y lo es— a nosotros no nos es lícito matar a los hermanos en su nombre.

Si Dios es el Dios de la paz —y lo es— a nosotros no nos es lícito hacer la guerra en su nombre.

Y si Dios es el Dios del amor —y lo es— a nosotros no nos es lícito odiar a los hermanos.

Testimonios conmovedores

Francisco escuchó conmovido el testimonio de padre Raid Adel Kallo quien estuvo exiliado luego de la persecución del ISIS y, al volver a la ciudad, encontró solidaridad y respeto para volver a comenzar.

“Salí de la ciudad el 10 de junio de 2014 con una parroquia de 500 familias cristianas; la mayoría ha emigrado al extranjero, el resto tiene miedo de volver. Los cristianos aquí no son más de 70 familias, pero yo vivo hoy donde hay dos millones de musulmanes que me llaman Padre Raid, vivo mi misión con ellos, trabajo con el Comité de la Familia de Mosul para promover la misión de la coexistencia pacífica”.

El Papa se mostró dolido “por el desplazamiento forzoso de muchas familias cristianas que tuvieron que abandonar sus casas”.

“La trágica disminución de los discípulos de Cristo, aquí y en todo Oriente Medio, es un daño incalculable no sólo para las personas y las comunidades afectadas, sino para la misma sociedad que dejan atrás”.

En este contexto, el Pontífice invitó a elevar a Dios una oración por todas las víctimas de la guerra y de los conflictos armados.

“Es cruel que este país, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan inhumana, con antiguos lugares de culto destruidos y miles y miles de personas —musulmanes, cristianos, yazidíes,  que han sido aniquilados cruelmente por el terrorismo, y otros— desalojadas por la fuerza o asesinadas.” 

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Photo by Vincenzo PINTO / AFP

La voz penitente del Papa

El Papa se dirigió a “Dios altísimo, Señor del tiempo y de la historia”, con voz penitente: “Nos hemos cerrado en nosotros mismos y en nuestros intereses particulares, e indiferentes a Ti y a los demás, hemos atrancado las puertas a la paz“.

Rememoró el horror de la llanura de Nínive: “Así se repitió lo que el profeta Jonás oyó decir de Nínive: la maldad de los hombres subió hasta el cielo (cf. Jon 1,2)”. Tierra donde “subió una vez más el grito de sangre inocente (cf. Gn 4,10)”.

La histórica Oración del Papa: 

Kyrie eleison, Kyrie eleison, Kyrie eleison.[silencio]

Señor Dios nuestro, en esta ciudad dos símbolos dan testimonio del deseo constante de la humanidad de acercarse a Ti: la mezquita Al Nuri con su alminar Al Hadba y la iglesia de Nuestra Señora de la Hora, con un reloj que desde hace más de cien años recuerda a los transeúntes que la vida es breve y el tiempo precioso.

Enséñanos a comprender que Tú nos has confiado tu designio de amor, de paz y de reconciliación para que lo llevemos a cabo en el tiempo, en el breve desarrollo de nuestra vida terrena. Haznos comprender que sólo poniéndolo en práctica sin demoras esta ciudad y este país se podrán reconstruir, y se lograría sanar los corazones destrozados de dolor.

Ayúdanos a no emplear el tiempo al servicio de nuestros intereses egoístas, personales o de grupo, sino al servicio de tu designio de amor. Y cuando nos desviemos del camino, haz que podamos escuchar las voces de los verdaderos hombres de Dios y recapacitar durante un tiempo, para que la destrucción y la muerte no nos arruinen de nuevo.

Te confiamos a aquellos cuya vida terrena se ha visto abreviada por la mano violenta de sus hermanos, y te suplicamos también por los que han lastimado a sus hermanos y a sus hermanas; que se arrepientan, alcanzados por la fuerza de tu misericordia.

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis. Requiescant in pace. Amen.

Mensajero de paz

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Photo by Vincenzo PINTO / AFP

Al final del momento de oración, tras el descubrimiento de una placa conmemorativa de la visita, seguido del vuelo de una paloma blanca y tras la bendición final, el Francisco, antes de abandonar la plaza, saludó a algunas personalidades religiosas y civiles.

Las palabras inscritas en la placa conmemorativa de la visita del Papa a Mosul son significativas: 

“¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias!” (RM, 10:15).Domingo, 7 de marzo de 2021. En recuerdo de la visita de Su Santidad, el Papa Francisco, mensajero de la paz y del amor fraterno, en la ciudad de Mosul y la llanura de Nínive. En este lugar, que los cristianos han tenido que abandonar obligatoriamente (2003-2017), el Papa rezó por la difusión de la paz y la justicia, la convivencia pacífica y la fraternidad entre los hombres”.

La destrucción de Mosul

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Photo by Vincenzo PINTO / AFP

El Papa acompañado por el Arzobispo de Mosul y Aqra de los Caldeos, monseñor Najeeb Michaeel, O.P., visitó el centro de Hosh-al-Bieaa.

Francisco lució silencioso en un carrito para el golf. Cerraba los ojos y rezaba, mientras atravesaba el centro sometido a una devastación sistemática.

En junio de 2017, el autodenominado Estado Islámico, cercado por las fuerzas gubernamentales, y con sólo el control de la ciudad vieja, destruyó varios lugares sagrados. Hoy el Papa rezó entre esas ruinas. En julio de 2017, tras nueve meses de combates, Mosul fue liberada.

Luego se trasladó en auto blindado a la zona de despegue y, tras despedirse del arzobispo de Mosul y de Aqra de los caldeos y del gobernador de Mosul, tomó un helicóptero para ir a Qaraqosh.



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