El lugar donde Jesús fortaleció la fe de sus discípulos antes de su pasión y muerte en el Gólgota sigue hablándonos hoy
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El Evangelio de san Marcos narra la Transfiguración de Jesús en el capítulo 9, entre los versículos 2 y 10: su ropa se volvió de un blanco muy brillante, habló con Elías y Moisés -que se habían aparecido- y desde una nube, una voz dijo: “Este es mi Hijo amado; escúchenle”.
1. ¿Dónde fue?
Aunque los evangelistas no indican el nombre de la montaña, ni mencionan en este contexto el monte Tabor, esta es la única montaña alta en la región. Los cristianos siempre asociaban la transfiguración de Jesús con el Monte Tabor. Una de las primeras Iglesias en la Tierra Santa se construyó precisamente en este lugar, a principios del siglo IV. Los peregrinos subían los 4340 escalones para llegar a la cima del Monte Tabor, para orar en este lugar sagrado.
2. Palabras clave
Montaña – Jesús se transfiguró en el Monte Tabor, y sacrificó su vida por nosotros en el Gólgota. En el Monte Tabor fortaleció la fe de los discípulos, antes de su pasión y muerte en el Gólgota. Jesús da fuerza a sus discípulos y fortalece su fe antes de estos acontecimientos difíciles.
Moisés y Elías – Simbolizan la Torá y los profetas. Las profecías del Antiguo Testamento se cumplen con Jesús, que es el Mesías prometido. La Iglesia actual tiene en el Monte Tabor dos torres inmensas en los dos lados de la entrada. Simbolizan a Moisés y Elías al lado de Jesús.
“Este es mi Hijo amado, escúchenle” – Estas mismas palabras del Dios Padre sonaron desde el cielo durante el bautismo de Jesús en el rio Jordán. ¿Cómo oír la voz de Jesús? Él nos habla en cualquier momento a través de las Sagradas Escrituras.
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3. El Monte Tabor hoy
Desde 1961 en el Monte Tabor se encuentra un centro para las personas ya rehabilitadas que quieren vivir libres de drogas y otras adicciones. Eligieron esta montaña porque también quieren “transfigurar” sus vidas de la misma manera que Jesús se transfiguró. Su horario diario está marcado por el trabajo y la vida espiritual. Dios puede transformar también nuestras vidas. El primer paso es tener la voluntad de cambiar y tomar la decisión para caminar hacia la transformación. ¿Hablo con Jesús sobre mi deseo de transformación?¿Ya tengo una resolución para el Cuaresma?
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