América Latina y la suspensión de unas de sus grandes tradiciones culturales
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El ruido y el estruendo se transformó en silencio. Eso fue lo que pasó en 2021 con una de las grandes manifestaciones culturales de América Latina. Es que si bien el calendario por estos días -15 y 16 de febrero- está pintado de rojo en varios países del continente, todo aquello de desfiles, carros alegóricos, bailes y grandes aglomeraciones quedó en suspenso.
Es que Carnaval sin esos ingredientes no es Carnaval. La pandemia le ha dado un verdadero golpe de gracia. Y con ello, la generación de situaciones totalmente inesperadas en los lugares de la región más conocidos por esta manifestación. Es aquí donde entran sitios emblemáticos como Río de Janeiro (Brasil), además de países como Uruguay, Colombia, Bolivia, Ecuador, Venezuela, zonas de Argentina, entre muchos otros.
A continuación tres breves ejemplos de curiosidades que ha dejado este 2021 atípico y sin Carnaval:
Río de Janeiro, centro de vacunación
Hubo que esperar más de 100 años para encontrarse con una situación similar. Es que Río de Janeiro es la ciudad más famosa de América Latina, por no decir del mundo, a la hora de hablar de Carnaval. Una tierra de grandes “escuelas de samba”, un sitio destinado a los desfiles (sambódromo) y esa mezcla de baile y colorido a los pies del Cristo Redentor.
La noticia de la cancelación total en 2021 del Carnaval de Río de Janeiro fue un verdadero “baldazo de agua fría” para los amantes de esta tradición. Con ello, grandes pérdidas económicas tanto para la ciudad como para quienes desarrollan la actividad.
Pero quizás una de las imágenes más simbólicas de todo esto, el gran efecto de la pandemia, ha sido la de tener que ver al sambódromo convertido en centro de vacunación. Lo propio al emblemático Cristo Redentor. Si bien por estas horas a nivel local se anunció también la suspensión de la campaña de inmunización por falta de vacunas contra el coronavirus, la imagen ya de por sí es más que suficiente para confirmar aquello de lo inimaginable hasta hace poco.
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Oruro (Bolivia) y la Virgen del Socavón
En Oruro también las celebraciones del Carnaval fueron suspendidas. Nada más ni nada menos que una imponente fiesta folclórica también devocional que hace casi 20 años fue declarada por la UNESCO Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
He aquí precisamente una curiosidad, pues en el caso de esta celebración de Bolivia la Virgen de transforma en protagonista.
“Detrás de una aparente fiesta popular donde abundan las máscaras, los colores y algunos componentes paganos es posible percibir una ferviente religiosidad. Y esto se explica por la fusión de este particular carnaval sudamericano con la devoción a la Virgen de Socavón, la patrona de los mineros en Oruro y del folclore nacional, por ende, verdadera protagonista de esta fiesta”, recordaba una anota de Aleteia sobre esta fiesta.
En Oruro también una vez más la mirada está puesta en 2021 más en la Virgen que en el colorido del desfile. Pues la pandemia también hizo de los suyo.
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Larga abstinencia de Carnaval en Uruguay
Al sur del continente, Uruguay, un pequeño país que se jacta de tener el Carnaval más largo del mundo. Pues este país suele tener expresiones vinculadas a esta celebración que comienzan en enero y se extienden hasta marzo.
En 2021 también todo cambió, pues la pandemia del coronavirus obligó a su cancelación. Si bien seguían en pie las alternativas a nivel virtual, para el folclore local nada será igual. En definitiva, otro sello de identidad, gran atractivo para los turistas, ha sido afectado. Y con ello, un largo período de abstinencia.
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Menos Carnaval
El listado de países que se caracterizan por celebrar con fuerza el Carnaval podría seguir. Desde sitios como Ambato en Ecuador, hasta Barranquilla en Colombia o Gualeguaychú en Argentina. Pero hay muchos más. Lo cierto, más allá de excepciones como festejos clandestinos en diversos lugares, el común denominador ha sido “menos Carnaval”.
Más Cuaresma
Sin duda todo esto representa una previa de inicio de Cuaresma totalmente atípica. Pero al mismo tiempo una manera de llegar al Miércoles de Ceniza en otra sintonía. Como que se hubiera adelantado todo. Otro legado de la pandemia, un tiempo difícil de olvidar que invita a poner énfasis en las cosas que verdaderamente importan y colman el espíritu. “Conviértete y cree en el evangelio”, una frase que perfectamente retumba también en un martes de Carnaval.
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