Este 15 de febrero no es uno más para los aficionados del buen fútbol. En particular, porque hace 120 años nacía Alianza Lima (con el nombre Club Sport Alianza), uno de los equipos más populares de Perú y Sudamérica.
Más allá de la actualidad deportiva, y una puja entre primera y segunda división, la historia de este club se ha caracterizado por una vieja pasión por el deporte mezclada con una particular devoción: “El Señor de los Milagros”.
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No en vano, durante cada mes de octubre, “el mes morado”, Alianza Lima suele cambiar su clásica indumentaria azul y blanca por una que deje de manifiesto el amor por el Cristo Moreno.
¿Cómo surge la devoción?
A nadie llama la atención que entre los aficionados de Alianza Lima sea común mirar el cielo, persignarse y esperar siempre el “milagro”. Efectivamente, a nadie le cabe la menor duda –más allá de la devoción extendida en todo el país- que Alianza Lima tiene dentro de su carné de identidad la fe en el Cristo Moreno.
Según el historiador Armando Leveau Guzmán, citado en un artículo de El Comercio que hace referencia a la devoción, todo comenzó un 3 de octubre 1971 en el Estadio Nacional. Ese día, por primera vez el equipo salió a la cancha con una indumentaria “blanquimorada” contra Sporting Cristal.
Sin embargo, todo había empezado a gestare una semana antes cuando la lluvia hizo que la indumentaria utilizada contra Porvenir Miraflores no se pudiera secar a tiempo. Rápidamente, se pidió a la marca de camisetas que enviara más, pero por deudas eso no fue posible.
Se convirtió en tradición
Este hecho derivó en una exigencia al utilero del club, a quien se le pidió una rápida solución. Fue así, prosigue El Comercio, que a ese hombre, cargador del anda del Señor de los Milagros y conocido como “Chino Pepe”, se le ocurrió usar telas moradas. Éstas servían para hacer los hábitos. Finalmente, a pesar de la resistencia y el enojo por la propuesta de parte de algunos, el partido con Sporting Cristal fue de triunfo. En aquel entonces, debido a la magnitud del rival, inmediatamente fue asociado al “Señor de los Milagros”.
Fue así que el mismo hombre que se enojó con el utilero por aquella solución, posteriormente le pidió la misma receta para partido siguiente (que también fue victoria) y ahí fue gestándose la tradición.
La fe en un vestuario
Pero no solo los gestos públicos empezaban a hacerse más contundentes, sino también la fe entre los propios jugadores del club. Por ejemplo, en 1974, cuando se inauguró el estadio Matute. Fue a la salida del vestuario cuando se colocó una imagen de Cristo Moreno, prosigue El Comercio.
La devoción ha sido ampliamente confirmada también hasta por los rivales, desde el recuerdo de algunos en partidos clásicos y la demora de jugadores de Alianza para salir al campo de juego por rezarle al Cristo Morado, hasta palabras más elocuentes.
“Los campeonatos que ha conseguido Alianza son gracias al Señor de los Milagros, había dicho con énfasis Adelfo Magallanes, hombre que fuera jugador y entrenador”, recuerda El Comercio. Uno de los tantos testimonios alrededor de tan magnánima devoción.
Una institución no exenta de tragedia
La historia de Alianza Lima también está cargada de grandes sinsabores. Uno de los más famosos el ocurrido el 8 de diciembre de 1987. Aquel día tuvo lugar un accidente aéreo que dejó más de 40 fallecidos, en su mayoría personas pertenecientes a Alianza Lima.
“De la Victoria a la gloria”, suele ser recordado aquel último viaje de esos jugadores. Los días posteriores a la tragedia fueron muy difíciles y se caracterizaron por ser jornadas cargadas de oraciones, celebraciones religiosas y hasta peregrinajes. Aquel accidente marcó tanto al club, que hasta el día de hoy, en cada aniversario, perdura el espíritu de congoja y oración.
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