San Francisco de Asís dejó varios escritos. Algunos fueron para trasmitir algunas disposiciones legislativas en cuanto a la orden fundada por él mismo y otros para animar a las personas a alabar a Dios. Pero sin importar el propósito con que han sido escritas, sus frases encierran una gran sabiduría para nuestra vida cotidiana.
Muchas de sus palabras para glorificar a Dios y lo creado se convirtieron en himnos que quedaron en nuestra memoria y nuestro corazón a través de los tiempos, como es el Cántico de las criaturas.
Queremos compartir contigo algunas frases extraídas de sus Admoniciones y sus Cartas a los fieles. Seguramente las palabras del pobrecillo de Asís llegarán a ti en un momento especial de tu vida:
San Francisco es un santo que logró asemejarse muchísimo a Cristo. El pobrecito de Asís, como le llamaban, fue un gran místico y enamorado del crucificado, con quien compartía los estigmas.
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San Francisco era un gran hombre de paz que no olvidaba nunca alabar al Señor en la oración. Si quieres, puedes hacerlo tú también con esta oración suya:
Déjanos llegar a Ti
Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios,
danos a nosotros miserables hacer por ti mismo lo que sabemos que tú quieres,
y siempre querer lo que te place, para que interiormente limpiados,
interiormente iluminados y por el fuego del Espíritu Santo
abrasados podamos seguir la huellas de tu amado Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, y a ti, Altísimo, llegar por sola tu gracia,
que en Trinidad perfecta y en simple Unidad vives y reinas y eres glorificado,
Dios omnipotente, por todos los siglos de los siglos.
Amén.
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