¿Está nevando? ¡Sal y disfruta! Año de nieves, año de bienesEn algunas partes del mundo el invierno se caracteriza por un clima frío y en ocasiones viene acompañado también por un evento natural mágico, especial e impresionante: la nieve. Es lo que está ocurriendo los últimos días en España: la nieve está cubriendo el territorio. Y mientras nieva, tenemos la agradable sensación de que los copos iluminan el paisaje y, después, el escenario que nos rodea se convierte en blanco y brillante que nos llama a salir y disfrutar.
Todo lo que rodea a la nieve es mágico y asombroso. Desde su génesis, como pequeñas gotas de agua en el interior de una fría nube en la atmósfera, hasta que se precipita al suelo en forma de copo de nieve. Durante ese complejo proceso natural, una gota de agua líquida se congela y a partir de ese pequeño embrión de hielo crecen cristales de diversos tamaños y formas.
Copos de nieve únicos
A lo largo de la historia se han realizado múltiples estudios para clasificar los tipos de copos de nieve, pero debido a su complejidad no fue hasta 1966, cuando los meteorólogos japoneses Choji Magono y Chung Woo Lee, de la Universidad de Hokkaido, presentaron a la comunidad científica el sistema de ordenación de cristales de nieve naturales más completo realizado hasta la fecha.
Este describe ochenta variedades distintas, y entre todas ellas encontramos desde prismas y agujas simples hasta complejas formaciones de cristales triangulares, hexagonales o dodecagonales.
De hecho, se llegó a pensar que cada copo de nieve era único e irrepetible, no había dos iguales, como las huellas dactilares, como cada uno de nosotros.
Los copos de nieve son, no cabe duda, creaciones de Dios. Y es curioso comparar un copo de nieve natural, bello y armonioso, con cualquier copo de nieve creado de manera artificial por las máquinas. Éstas sueltan finas gotas de agua que se congelan justo antes de su expulsión. Véanlo en la siguiente foto. La comparación es odiosa.
Oportunidad para el cambio
La nieve y el hielo cubre el 10% del área terrestre del planeta de manera permanente y, aun así, verla y tocarla de cerca nos sigue produciendo admiración. Sin duda, la nieve rompe nuestra rutina.
Cuando vemos nevar, los copos caen torpemente y de manera desordenada, pero acaban cubriéndolo todo por igual. La nieve borra una realidad, que desaparece bajo su manto blanco, e instaura otra. La realidad que conocemos se esfuma, se hace invisible. La nieve lo cubre todo para recordarnos que un nuevo comienzo está en camino, que una nueva estación está por llegar y trae consigo nuevas oportunidades. Nos propone y prepara para un cambio.
El hecho de que hayamos empezado el año 2021 con grandes nevadas puede ser una ocasión para el cambio: borramos, olvidamos y superamos el año 2020 y comenzamos uno nuevo, con fuerza, con energía. Borrón y cuenta nueva. Y con la esperanza de que, como dice el refrán “Año de nieves, año de bienes”.
Otras razones por las que nos gusta la nieve
El mismo hecho de ver nevar, es gratificante, incluso anestésico. La fascinación por la nieve alcanza a la mayoría de gente y el paisaje creado después de una nevada nos llama a salir y admirar. Sonreímos, sin quererlo, si al despertarnos una mañana descubrimos a través de la ventana, un paisaje de postal cubierto de nieve.
En ese momento queremos salir a disfrutar de esa magia, que nos devuelve a la niñez cuando nos lanzábamos bolas, nos deslizábamos en trineo y hacíamos muñecos de nieve. La nieve siempre está vinculada a recuerdos positivos. La gratificación es instantánea y asociamos la nieve a esos momentos de felicidad.
Los regalos de la nieve
En definitiva, nos gusta la nieve también por otros motivos como:
- El color blanco de la nieve inspira paz, tranquilidad y pureza. Contemplar la caída de los copos de nieve, sin prisa y en silencio absolut. Y caminar por un camino cubierto de nieve que no ha sido pisado todavía. Indiscutiblemente, te hace creer que eres especial y te desestresa y calma.
- Además, la nieve está asociada con el frío, con menos horas de luz, razón que motiva que nos quedemos más en casa con la familia y los amigos. Del mismo modo, nos empuja a combatir la soledad organizando este tipo de encuentros sociales. Sin duda una buena compañía, una buena cena, una copa o un chocolate caliente amenizará estas reuniones.
- Del mismo modo, este cambio que aporta la nieve refresca nuestra mente y, por tanto, nuestras ideas. Tiene un impacto positivo sobre nuestra creatividad, es como un soplo de aire fresco. Vemos el mundo de otra manera, porque incluso han cambiado sus colores.
- También estimula nuestra capacidad de maravillarnos y de contemplar la naturaleza. Nos recuerda la belleza de nuestro entorno y el hecho de verlo todo cubierto de blanco nos hace sentir en un lugar encantado y no queremos perder detalle de cada rincón.
- Por supuesto la nieve aporta diversión y aviva nuestras ganas de jugar. Sin embargo, como la nieve es efímera y su tiempo limitado, hay que aprovechar el momento, así que no hay que pensárselo dos veces: Si ves nieve ¡Sal y disfruta!
“Me pregunto si será por amor por lo que la nieve besa tan delicadamente a los árboles y a los campos, cubriéndolos luego, por decirlo así, con su manto blanco; y quizá les diga también ‘dormid ahora, queridos, hasta que vuelva de nuevo el verano’.”
(Lewis Carrol, Alicia en el país de las maravillas)
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