La pandemia del coronavirus tampoco frena la gran devoción de los fieles en Montecristi. Este 21 de noviembre estaba previsto también un sobrevuelo
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Montecristi, provincia de Manabí, Ecuador. En este lugar se encuentra la Basílica Menor Virgen de Monserrat, uno de sus principales atractivos turísticos.
Debido a esto, el sitio es considerado capital “religiosa de Manabí” y cada noviembre peregrinar hacia el templo de la Virgen representa una gran tradición.
Sin embargo, en 2020, como en gran parte del mundo también en cuanto a lo religioso, las celebraciones que generan gran devoción se viven con varias restricciones.
Misas virtuales, sin procesiones y con sobrevuelos
Entre el 12 y 21 de noviembre la localidad de Montecristi suele ser sinónimo de peregrinación a la Virgen de Monserrat. Pero hace algunas semanas el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) debió suspender las festividades, recuerda El Universo.
Es que anualmente se movilizan unas 100.000 personas, cifra contraproducente en tiempos de pandemia del coronavirus.
Como alternativa, al igual que en otras partes del mundo ante situaciones semejantes, la invitación a seguir las celebraciones de manera virtual.
No obstante, como dato llamativo, este 21 de noviembre estaba previsto que la Virgen pudiera hacer un recorrido aéreo en helicóptero para llevar ánimo a los fieles. El evento fue coordinado por la la Jefatura Política de Montecristi y Policía Nacional.
“Para evitar cualquier situación nosotros hemos decidido cerrar la Basílica y así evitar la posibilidad de que algunos feligreses vengan. Dios no se equivoca y hace las cosas de manera perfecta, y si ahora la fiesta no se ha podido dar, creo que esta es una oportunidad de vivirla de otra manera, una manera más sencilla, vivirla en familia, pedir por quienes están enfermos”, expresó al medio ecuatoriano Eduardo Castillo, arzobispo de Portoviejo.
El santuario y la devoción
Está ubicada en la zona céntrica de la ciudad de Montecristi. La Basílica Menor de la Virgen de Monserrat puede ser visualizada desde varios kilómetros y se destaca por su torre, además de aspectos arquitectónicos (influencia gótica y barroca).
En tanto, según diversas reseñas en cuanto a la devoción, la imagen de la Virgen de Monserrate fue un obsequio del emperador Carlos V. Se indica que el destino original era Lima (Perú) y la de Santa Rosa para Montecristi. Pero las imágenes se terminaron intercambiando.
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