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¿Quieres proteger a tu hijo? Apaga tu celular y pasa un rato con él

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Jesús V. Picón - publicado el 19/11/20
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Con formación y seguridad informática lograrás hacer de Internet un aliado para la educación y la vida familiarRobin Mata y Estela Santillana fundaron y dirigen GuardiaNet, una iniciativa que tiene ya 12 años de experiencia. Este matrimonio mexicano ofrece formación en seguridad en Internet a padres de familia, así como a niños y jóvenes en los colegios.

Consideran los dos que “para cambiar el mundo” toca protegerse de los peligros que conlleva el mal uso de la tecnología. Además, a aquellos que ya han caído en las garras de la pornografía online ofrecen herramientas concretas y un acompañamiento que les ayudará a liberarse de esta esclavitud.


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Robin Mata ha concedido una entrevista a Aleteia que reproducimos a continuación.

– Robin, gracias por concedernos esta entrevista para Aleteia. ¿Puedes decirnos tu nombre completo, de dónde eres y dónde radicas actualmente?

Mi nombre es Robin Mata Flores. Nací en la ciudad de Córdoba, Veracruz, pero crecí en un pueblito bicicletero, un paraíso terrenal que es Potrero, Veracruz. Pero, por azares de la vida, ahora estoy en la ciudad de Puebla.

El poder de la tecnología

– ¿Cuáles son los talentos que Dios te dio? ¿Qué estudiaste? ¿Cuál es tu profesión o tu pasión?

Tuve la bendición de encontrar una carrera que me fascinó, que es la informática, hace muchos años, en el Tecnológico de Orizaba. Estaban saliendo las primeras computadoras, y terminé tomando un curso un verano, y me encantó; me di cuenta del poder creador atrás de una computadora: poder programarla, darle indicaciones para que hiciera lo que quieres.

Yo le decía a mis alumnos, cuando empezaba a dar clases, que la programación es como un artista con su lienzo, como un pintor con el lienzo en blanco; tú puedes hacer maravillas o puedes hacer cosas creativas con el poder de la tecnología.

Después de haber estudiado informática, estudié Filosofía por una cuestión personal, un interés en la vida religiosa. Pero me di cuenta de que estaba llamado al matrimonio, así que salí a ganarme el pan de cada día; y esto me llevó luego a estudiar una maestría en Estados Unidos.

GuardiaNet

Me fui gracias al préstamo que un hermano me hizo para pagar mi pasaje de avión, y la mamá de un amigo me recibió en su casa un par de semanas. Me colocó trabajando en limpieza de casas, lavado de ropa y limpiando baños. ¡Así que me hizo un profesional de la limpieza!

Luego me independicé, limpiando casas por mi parte. Conocí a un muy buen amigo, que no hablaba español, y eso me cayó muy bien porque me forzó a hablar en inglés. En ese tiempo encontré una universidad en Minnesota que me ofreció una beca para estudiar una maestría en administración de empresas. Al salir obtuve un permiso para trabajar, por lo cual fui contratado en una empresa desarrollando software por 3 años.

Mientras tanto me casé, y pasaron otras cosas hermosas; por ejemplo, nació mi primera hija. Y un buen día decidimos regresar a México. Regresamos en el año 2000, y después hice un doctorado en Dirección de Tecnología de la Información. Y de todo esto que estoy platicando surgió la inquietud de nuestra empresa de seguridad en Internet, GuardiaNet.

“Te invito a cambiar el mundo conmigo”

Entremos en el tema de la seguridad de Internet ¿Qué es GuardiaNet? ¿Cómo nace? ¿Cuál es su misión en este mundo?

GuardiaNet existe para hacer del internet un aliado en la vida familiar. ¿Y por qué sale?, simplemente por la necesidad.

Cuando yo estaba buscando un tema para mi tesis doctoral, asistí a un congreso de seguridad en Internet en la UNAM, en Ciudad de México. Una señora, una innovadora, más que dar una conferencia dio un testimonio de un libro que escribió sobre la seguridad en Internet, cuando había muy pocos que escribían sobre eso.

Después de leer el libro, una amiga suya le pidió que la ayudara a quitar un sitio de internet. Le envió el link, y se trataba de un sitio pederasta donde se veía a un tipo abusando de una pequeñita. Le causó tal impacto que decidió dejar todo de su vida profesional y fundar una iniciativa para ayudar a las personas y a las familias a estar más seguros en Internet.

Cuando ella acabó su testimonio, yo estaba petrificado de emoción. Tomé el micrófono y le dije: “Antes que nada la felicito, porque personas como usted cambian el mundo”. Y ella tomó a su vez el micrófono y me dijo: “Pues te invito a cambiar el mundo conmigo”.

Qué podía hacer yo

Esa frase se me quedó en el corazón y en la mente. Así que me puse a pensar qué era lo que podía hacer yo para cambiar el mundo. Hice un inventario de mis talentos: “Soy un informático; tengo facilidad de palabra; tengo un doctorado; y sé cómo proteger a las familias. Y mi esposa tiene el don de que la escuchen, de dar charlas y de conectar con los jóvenes. Así que creo que algo podemos hacer”.

Y así surgió la iniciativa de “GuardiaNet: Seguridad en Internet”.

GUARDIANET

@guardianetmx

¿Entonces qué viene siendo GuardiaNet: un software, una app, una institución, una escuela…? ¿Qué es?

Es una iniciativa para proteger a la familia y hacer del internet un aliado. Y muchos me dicen: “Tiene nombre de software, tiene nombre de solución”. En realidad sí es una solución. Pero no es una solución tecnológica únicamente. Más bien es un acompañamiento que queremos dar a las familias.

GuardiaNet nace para poder darle al padre de familia, a la madre de familia, a los abuelos y al joven que aspira a mantenerse virtuoso en el mundo digital, las herramientas tanto tecnológicas como emocionales y culturales incluso, para salir adelante en esta era digital.

Y respondemos tres preguntas:

  1. ¿Cómo hacemos del internet un aliado en la vida familiar?
  2. ¿De qué manera los papás y los maestros podemos colaborar a este fin?
  3. ¿Cómo vivir una sexualidad sana en el mundo de hoy?

Sexualidad y tecnología

Tú me podrás decir: ¿Qué tiene que ver la sexualidad sana con la tecnología? Y yo te respondo: Hace 30 años quizá no mucho, ¡pero hoy tiene que ver muchísimo! Porque los casos que hemos visto de perversión sexual lamentablemente han sido exponenciados por el mal uso de la tecnología.

Pero, a la vez, contenidos sanos, virtuosos, sobre la concepción del hombre, su sexualidad y su misión en la Tierra, pueden llegar muy eficientemente a través del internet. Y es lo que queremos aquí.

Sabemos que internet ha ayudado mucho a la humanidad. Lo podemos probar, por ejemplo, con esta última pandemia: todo el beneficio que han traído el internet y las redes sociales. Pero tú, como guardia en el internet, tipo policía o un ángel, junto con tu esposa, ¿qué has podido descubrir tras bambalinas?, ¿qué cosas negras y obscuras hay en el internet?

Hay cosas terribles, que no vale la pena siquiera mencionar aquí. Todo tipo de perversiones. Hay trata de personas, historias terribles. Son historias terribles que empiezan porque un papá bien intencionado le regala a su hijo un teléfono celular.

Hay historias terribles que empiezan porque un papá regala a su hijo un celular”

Son innumerables los casos que tenemos de jóvenes buenos que, al final de la conferencia, se nos acercan y nos dicen: “Yo soy adicto a la masturbación y a la pornografía” y cuando les preguntamos cómo empezó esto, responden: “Es que mi papá me compró un celular”.

Conejillos de Indias enganchados a una pantalla

Esto es lo que hemos encontrado, pero lo más grave es que el problema no es el chico, la vecina, el vecino, tu sobrino o el mío, tus hijos o los míos. El problema realmente terrible es que nosotros, como humanidad, estamos siendo conejillos de Indias.

Estamos dentro de un experimento, ¿y cuál es ese experimento? Dotar a cada ser humano con un dispositivo electrónico que posee un procesador con el mismo poder de cómputo que llegó a poner al Apolo en el espacio.

Y ese procesador, esa fuera de cómputo, puede procesar tal información que puede distorsionar la realidad al grado de engancharte, haciendo que tú seas forzado a ver la pantalla como un zombie la mayor parte del tiempo, y asimilar contenidos al momento, al grado de que crees que porque está en la pantalla es real. Esto distorsiona el tejido social.

¿Tú recuerdas cuando se podía fumar dentro de un restaurante? Tú y yo tenemos la suficiente edad para recordarlo, pero hay quien no recuerda absolutamente nada de ese mundo. Hay quien no recuerda haberse subido a un automóvil sin cinturón de seguridad, porque hoy eso es impensable. Es que la ciencia se dio cuenta de los efectos del tabaco y de los autos sin cinturón de seguridad. Pero eso llevó un tiempo.

Efecto devastador

Nosotros, como humanidad, aún no sabemos el efecto devastador que significará crecer desde recién nacidos con esta tecnología, y lo vamos a descubrir. Mientras tanto, tenemos a papás que lo estamos aprendiendo con muy malas experiencias y es ahí donde GuardiaNet quiere ayudar.

– ¿Cómo ha sido tu experiencia personal, con tus hijos, frente a estas problemáticas?

Ha sido como la de cualquier papá. Pero algo en que sí resulté especialmente bendecido fue con un conocimiento temprano de la problemática. Estando en Estados Unidos nos percatamos del México que se avecinaba. Y, cuando regresamos y vimos que la tempestad venía, lo que hicimos fue medio prepararnos para guarecernos.

Mis hijos son 4 varones y 2 mujeres. Los varones tienen entre 11 y 20 años. ¿Y cómo lo hemos vivido en casa? Como todas las familias. Hemos aprendido a golpes. Soltamos la rienda. Nos hemos dado cuenta que exageramos, que no debimos haberlo hecho. Hemos cometido errores, y hemos tenido algunos aciertos.

Pasar de ser papás preocupados a ser papás ocupados en resolver la situación”

Lo que te puedo decir es que mis hijos, pobrecillos, han probado todos los filtros de contenidos habidos y por haber. Yo he aprendido a poner filtros en las laptops y pcs de mis hijos a lo largo de los años. En ese sentido han estado muy protegidos, pero no han sido exentos de ver contenido inadecuado, como en la inmensa mayoría de las familias.

Filtra contenidos

Ha sido un aprendizaje. Hemos procurado, y es la invitación que hacemos a todos, que se pase de ser papás preocupados a ser papás ocupados en resolver la situación y a poner su granito de arena. Decía la madre Teresa: “Uno a uno”.

Hoy yo te digo: ¿Quieres cambiar al mundo? Pon un filtro de contenido en tu casa; quita la porquería de contenido que les va a llegar, apaga tu celular y pasa un rato con tu hijo. Ésta es la manera.

– Robin, ¿cuál sería el mejor filtro, el mejor software o la mejor app para proteger a los hijos de la pederastía, de la pornografía?

El mejor “software”, la mejor “aplicación”, la tienes debajo de tu camisa, en el lado izquierdo de tu pecho. Y el otro está acá, en la cabeza. ¿Por qué? Porque el mayor riesgo no es que no sepas cuál es la última aplicación comercial para activarla en el celular, sino que el mayor riesgo es que tengamos una ignorancia culpable. Decimos en la Iglesia: “los pecados de omisión”.

El pecado de omisión es que, pudiendo hacer el bien, no lo hice

El pecado de omisión es que, pudiendo hacer el bien, no lo hice. Por la razón que quieras. Estaba muy ocupado viendo mi Facebook, estaba evangelizando el mundo, estaba dando talleres de seguridad, etc., entonces descuidé a mi hijo y no me senté para ver a lo que él está expuesto, y no me eduqué en cómo solucionarlo.

Esto es lo mejor: evitar la ignorancia sobre la situación, y educar con el ejemplo. Yo digo en mis talleres: “Me gustaría venderte un filtro que al instalarlo te asegurara que tu hijo no va a ver nunca, por ejemplo, contenidos pornográficos. Pero no lo hay. Tu hijo y el mío se lo va a encontrar; ésa es la mala noticia.

Así que la pregunta no es: ¿La va a ver o no la va a ver?, sino: ¿Cuándo la vea tendrá el contexto en su mente y en su corazón para interpretar de manera adecuada lo que está viendo? ¿Sabe que eso no es en realidad un abrazo de vida, una entrega esponsal, ni un amor que le va a hacer feliz y que lo va poder mantener el resto de sus días? ¿Es consciente de que es mentira, que es una burla, y que es una industria que lo quiere atrapar y sacarle dinero a él, a sus hijos y a los hijos de sus hijos?

Que el hijo tenga el contexto real es algo que los papás podemos hacer aun antes de instalarle una aplicación en su teléfono.

Comunicación

– ¿El amor y la comunicación familiar también serían un buen “software”?

Totalmente. Yo digo en mis conferencias: “Ustedes y nosotros soltamos a nuestros hijos a navegar en internet. Imagínate que tú estás en la playa en la noche, y tu hijo toma la lancha sin permiso y se mete entre las olas y empieza a navegar. Está feliz, con toda la adrenalina. Viene la ola hacia arriba y la ola hacia abajo, y él está entusiasmadísimo. Y sigue navegando y se sigue alejando. Se cae, se moja, quizá hay animales peligrosos. Se fue lejos de ti y está navegando a sus expensas, con lo bueno y con lo malo.

“Llegará el momento en que tu hijo volverá a mirar a la playa, y va a decir: ‘Creo que es hora de regresar’. El drama es, si al voltear a la playa, no encuentra ese faro de luz que le indica el camino de regreso. Ese faro de luz que lo guía eres tú como papá.

Y la única forma de ser ese faro es estar con él continuamente, que se sepa amado y querido pase lo que pase, vea lo que vea. Que sepa que está su papá y su mamá lo aman y que lo están esperando en la orilla de la playa cuando el hijo quiera regresar, y que tenga un punto de retorno”. Ésta es nuestra misión.

La vida familiar con pantallas

– Hay una polémica respecto de cuál es la edad ideal para que se les dé un celular a los niños o adolescentes. ¿Cuál es tu opinión? Y también cuál es la edad adecuada para que puedan tener una tablet, porque ahora vemos a bebés que no tienen ni un año de edad pero que ya están entretenidos con la tablet.

Hay mucha investigación científica que existe al respecto y te podría narrar muchos ejemplos de lo que damos en nuestros talleres, pero te cuento solo uno:

En Estados Unidos hubo una parte del país que no tenía señal celular y fueron gradualmente poniendo antenas o repetidoras. Y a un investigador se le ocurrió llamar a las salas de emergencia y registrar si había una correlación entre el momento en que entraba una señal celular a un área y el ingreso de niños menores de 5 años a las salas de emergencia de los hospitales por accidentes caseros.

Y, efectivamente, descubrió que sí la hay. ¿Por qué? Porque la mamá dejó de estar totalmente atenta al pequeño. Empezó a distraerse en el celular, y empezó a descuidar al niño, lo que ocasionó que se cayera, que se quemara, etc.

Padres responsables

Y este ejemplo, que es totalmente real, lo puedes aplicar a aquellos desarrollos o facultades y competencias que el menor debería adquirir por la convivencia con su papá y su mamá, porque está comprobado que es así como los pequeños aprenden.

Entonces lo que sucede cuando el niño deja de tener esa interacción con su padres porque éstos están ocupados con el celular, o bien porque la mamá le da al niño una pantalla, es que el infante comienza a crecer en desventaja, y la madurez propia no se da al ritmo que se debe dar.

Y tú me preguntas a qué edad. Y yo te digo: en el siglo XXI depende mucho de las circunstancias de la familia, si los papás están juntos, si están separados, si el menor tiene hermanos, si no los tiene… Hay una infinidad de factores que deben incidir.

¿A qué edad?

Como regla general, a ti que lees esto, si tienes la bendición de tener a tu cónyuge y de vivir juntos y luchar juntos por la vida, lo que a mí me ha funcionado en casa con mis hijos es:

El primer celular lo vas a tener cuando te lo puedas pagar. Esto significa que tú lo vas a adquirir con tu trabajo, y tú lo vas a mantener. Y eso, espero, que lo logres en primero de preparatoria, pues ya tendrás suficiente edad para lavar coches, vender galletas, hacer pasteles… Lo que tengas que hacer para generar ingresos y poderte pagar tu celular”.

Ahora, si eso te parece complicado, te pongo otro ejemplo. Pregúntate a qué edad dejarías a tu pequeño o a tu pequeña solo en el centro comercial más cercano. Solo. Que vas y lo dejas ahí, y después regresas por él. ¿A los 8 años, 9, 12?

Es decir, a qué edad está listo tu hijo o tu hija para dejarlo en un lugar lleno de extraños, y que esos extraños puedan interactuar con él o con ella, y que él o ella ya tenga el criterio para decidir: “A esta persona sí le creo”, o, por el contrario, “de ninguna manera seguiré la conversación con esta persona”.

Esto te puede dar una pista para aplicar esta analogía al mundo real y decidir a qué edad le debes dar un celular.

Los peligros de Internet

– Muchos papás no lo entienden, o creen que esos peligros son mentiras. Lo estamos viendo ahora con lo de la pandemia, que hay gente que no cree en el virus por “equis” o por “ye” razón. Entonces mucha gente va a decir: “¿Qué tiene de malo que le dé el celular a mi hijo, a pesar de que Robin me diga que hay peligro? ¡No lo entiendo!”. ¿Cuáles son esos peligros que puede haber al dejar al niño o al adolescente con un celular?

Los peligros no los digo yo, los dice la Asociación Estadounidense de Psicología. En el 2018 más de 500 psicólogos en Estados Unidos escribieron una carta a Apple y a Google, diciéndoles que sus aplicaciones estaban causando efectos no deseados en la juventud y en la niñez.

Está comprobado que el niño que tiene un celular sin control alguno y sin límites va a invertir más tiempo en la pantalla, lo cual significa que aquí hay un costo de oportunidad. Cada día llegan más adultos jóvenes con los psiquiatras para decir: “Es que yo podría tocar el piano; yo podría tocar guitarra; yo podría hablar alemán; yo podría tener una maestría; y no lo hice porque pasé mi juventud en horas con los videojuegos”. ¡Hay un costo! Estos aparatos nos roban el tiempo.

Los peligros del celular

Los psicólogos también dicen que a los niños, y particularmente los jóvenes y adolescentes, les está causando mayor posibilidad de presión el tener un celular, porque tú al darles un celular les estás dando un acceso irrestricto a las redes sociales, y las redes sociales son un catálogo de comparación. ¿Quieres ver lo maravillosa que es la vida del vecino, y lo triste y dramática que es la tuya? Entra a redes sociales.

Entonces el niño, adolescente o joven, automáticamente se compara; y esto le genera una adicción, porque biológicamente está comprobado que tenemos dopamina que se genera en cada “like” que recibimos, y con cada comentario, y esto nos hace regresar y regresar a la pantalla, con la consecuente pérdida de tiempo, y con la consecuente y constante comparación con el otro, porque me produce tristeza o me produce malestar, y me hace vulnerable a la opinión de los demás.

Y si quieres una tercera razón, pues también está comprobado y está más que visto que este aparatito, el celular, acaba educando a nuestros hijos en los criterios más importantes de la vida: qué es lo bello, qué es lo bueno, qué es lo verdadero.

La cruda realidad

Hace algunos meses, en algún lugar de Estados Unidos donde los novios estacionan sus coches y ver el atardecer, una pareja de adultos notó que en el coche de al lado un joven estaba asfixiando, estaba ahorcando a la jovencita.

El señor abrió el coche, sacó a la niña, golpeó al joven y llamó a la policía. Llegó la policía, arrestó al joven y le preguntó por qué estaba ahorcando a la jovencita, y él contestó: “Es que se supone que le debería gustar”.

– Y este joven, de 17 o 18 años, ¿de dónde sacó la idea de que la manera de amar a su novia era ahorcándola o asfixiándola?

Evidentemente de contenidos pornográficos. Te he dado este ejemplo porque, al dar nosotros rienda suelta, con contenido ilimitado y sin control a un celular, a una tableta, a contenidos sin filtro en internet, estamos exponiendo a todos estos riesgos.

Tomar medidas

Y es ahí que, como papás de este siglo, ¡tenemos una misión que nuestros padres y nuestros abuelos no tuvieron!, porque ellos no enfrentaron este reto de la tecnología omnipresente en los bolsillos de todos.

– ¿Qué cosas ha organizado hasta entonces GuardiaNet? ¿Y qué es lo que está haciendo?

Llevamos 12 años en esto, entonces hemos visto la evolución de cuando llegábamos a un colegio y hablábamos con el director para ofrecer una charla sobre el tema de la pornografía en línea, y el director respondía: “¡No, aquí no tenemos ese problema!”. Hoy vas a un colegio y les dices esto, y la respuesta es: “Es tarde; teníamos que haber hablado de esto antes”.

Teníamos que haber hablado antes

Porque ahora tienen hasta casos de tercero o cuarto de primaria bien tristes, de niños que confiesan a sus madres que están viendo esos contenidos y que gracias a que una persona de GuardiaNet fue a su salón y les dijo que si ellos veían estos contenidos les podría destruir la vida, el niño se anima a hablar con su mamá. Y cuando escuchamos historias como ésta nos anima a seguir adelante.

¿Qué hemos hecho en concreto en estos 12 años? Hemos tenido la fortuna de aparecer en programas de radio, en programas de televisión; hemos ido a Estados Unidos a trabajar con las familias que hacen homeschooling, invitados de una diócesis de Minnesota precisamente.

Y últimamente nos hemos dado cuenta de que es bien importante fomentar la cultura y atender a todas las edades. Por eso hemos diseñado soluciones para padres y soluciones para hijos.

Para papás tenemos dos talleres en línea. El primero de ellos se llama Familia y tecnología: ser padres en el siglo XXI”, donde damos a detalle todos los riesgos y todas las soluciones, que no son solamente tecnológicas, sino también de buenas prácticas, de buenos hábitos en la familia.

Talleres on-line

Y el otro taller para padres se llama “Porno en internet: la droga del siglo XXI, cómo superarla”. Y ahí vemos la pandemia de la pornografía, y que es una industria; vemos testimonios de actrices que han salido de ello, y vemos soluciones concretas y específicas para prevenir que tu familia sea víctima de esta pandemia terrible que existe. Esto es para los papás, y es totalmente en línea.

Para los niños y jóvenes tenemos cursos para tercero y cuarto de primaria, para quinto y sexto de primaria, para primero y segundo de secundaria, y para tercero de secundaria y primero de preparatoria. Hasta ahí llegamos con los jóvenes.

Y en lo que consisten es que les damos un taller que está adaptado según la edad. Les damos tres sesiones que son impartidas por un joven de su edad o muy cercana, un joven de 17 a 19 años de edad. Él les habla, los aconseja y les da todos los criterios para ser buenos ciudadanos digitales, cómo no ser vulnerables a las redes, y qué hacer cuando te aparece en la pantalla una imagen inadecuada. Todo esto en su contexto y en su edad.

Y después de este taller, del que se gradúan, los invitamos a ser parte del club GuardiaNet Kids, que es una sesión mensual, donde les damos acompañamiento y les ponemos retos; Eso incluye a los papás, de manera que los papás y los hijos van trabajando en la transformación de sus hábitos familiares para poder lograr que la tecnología sea un aliado y no un enemigo.

Salir de la pornografía

– A todos aquellos jóvenes y padres de familia que están esclavizados por la pornografía, ¿qué mensaje les da a aquellos que lo han intentado todo y que aún no pueden salir de este problema?

La palabra es ¡ánimo! No eres el primero ni el único que está en esta situación. Y, afortunadamente, así como es fácil acceder a estos contenidos tan lamentables, también hay muchas herramientas que puedes utilizar.

Nadie sale solo de esto”.

Lo que está comprobado por los expertos, y te puedo compartir, es que nadie sale solo de esto. ¡Ninguno sale solo! Necesitamos compañía, necesitamos un amigo, un confidente, alguien a quien se le pueda decir: “Oye, mira, me siento en tentación; estoy triste, estoy a punto de ver esto”.

Y que él te pueda decir: “Para ver esto, como ya instalamos un filtro, un software, te va a pedir una clave; y esa clave la tengo yo, que soy tu amigo. Así que antes que veas ese sitio me tienes qué explicar por qué lo quieres ver. Mejor vamos a platicar, vamos a salir, vamos a correr”.

Luchar contra las malas costumbres

Ésa es una. Otra es que tenemos que reconocernos, conocer al enemigo. ¿Cuál es tu porcentaje de tiempo, el hábito que tú tienes? Todos tenemos áreas vulnerables. El consumir pornografía, el consumir videojuegos en modo extremo, o cualquier otro contenido que te distraiga de las personas que verdaderamente amas requiere tiempo.

Entonces ve tu agenda, ve tu horario y ve cuál es el tiempo y la hora concreta. ¿Es en la noche, cuando llegas a casa? ¿Lo haces en la madrugada? ¿Quizá, en ciertas horas de tu trabajo? Reconoce y cambia el hábito. Y si tu celular aún duerme en tu habitación, ¡sácalo de ahí! A lo mejor dices: “¡Es que el celular es mi despertador!”.

Pues bien, ahora yo te digo: “Vete corriendo al supermercado y cómprate un reloj despertador. Y deja tu celular en la cocina, ¿por qué?, porque está comprobado que, a mayor tiempo que tienes tu celular en tu habitación, es más fácil que te distraigas de la comunicación con tu cónyuge. O bien que estés hasta altas horas de la noche viendo tus redes, lo cual afecta a la vista. También a la melatonina, que es la hormona del sueño, por lo que se te espanta el sueño y apareces más cansado al día siguiente.

Nadie sale solo

En resumen, ¡ánimo, que se puede salir! Hay muchos recursos para salir, y tecnológicamente hablando hay configuraciones muy sencillas que puedes aplicar a tu celular para que el contenido inadecuado no te aparezca de golpe, sino que te cueste un poquito más. Y que esos dos, tres o cuatro pasos extra que tengas que dar te ayuden a entrar en razón y reflexionar si viendo eso los siguientes 20, 30, 60 u 80 minutos es la manera que quieres para construirte como la persona que deseas ser.

– Después de escucharte, Robin, estoy convencido de que muchas familias, ¡todas!, deberían apostar por formarse para adquirir mayor seguridad en Internet.

El mensaje es “Juntos podemos salir de esto”. Esta frase que hemos escuchado en la pandemia, también se aplica a la avalancha de la tecnología, que a veces nos arrastra como familia, y nos aleja como la marea del lugar donde queremos estar. ¡Se puede salir! ¿Qué es lo que tenemos qué hacer? Educarnos, tomar acción y hacer equipo. Y para eso sólo se requiere una cosa: querer. Todos los demás medios están al alcance de un botón.

 

 

 

 

 

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