El Pontífice rememoró la joven polaca como ejemplo para los jóvenes del valor de la pureza, el respeto del cuerpo humano y la dignidad de la mujer.
El papa Francisco invitó a los jóvenes a seguir el ejemplo de la beata Karolina Kόzka, mártir y virgen, en defender el valor de la pureza, el respeto del cuerpo humano y la dignidad de la mujer.
Lo hizo durante la Audiencia General de este miércoles 18 de noviembre en la Biblioteca del Palacio Apostólico en el Vaticano.
En sus saludos a los fieles de Polonia que seguían la transmisión de la audiencia, el Papa recordó la memoria litúrgica de la beata polaca, Karolina Kόzka, que a los dieciséis años sufrió la muerte por martirio en defensa de la virtud de la castidad.
“Con su ejemplo, sigue indicando, especialmente a los jóvenes, el valor de la pureza, el respeto del cuerpo humano y la dignidad de la mujer. Confiad en su intercesión, para que os ayude a dar un valiente testimonio de las virtudes cristianas y los valores del Evangelio”.
La fe de la joven mártir
Cabe indicar que Karolina Kózka nació el 2 de agosto de 1898 en Wal-Ruda (Tarnów, Polonia), en el seno de una familia campesina pobre, según la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano.
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