Un mensaje desde la Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana luego de las manifestaciones que derivaron en la muerte de dos jóvenes, además de heridos y desaparecidos “Francisco Sagasti es el nuevo presidente de Perú”. He aquí el titular que satura diversos medios de comunicación desde que este lunes 16 de noviembre el Congreso eligiera un nuevo mandatario tras la renuncia de Manuel Merino en medio de la crisis en Perú.
Sagasti se convirtió en el tercer presidente de Perú en una semana y el gran anhelo es que el país pueda retomar el camino de la pacificación. Es que han sido duras jornadas de marchas que dejaron dos muertos, casi un centenar de heridos y decenas de desaparecidos.
Es ahí, detrás del ruido de estos grandes titulares, donde persiste aún el dolor y drama de las familias que perdieron a sus hijos: Jordan Inti Sotelo Camargo (24) y Bryan Pintado Sánchez (22).
Oración por las víctimas
En los últimos días hubo también respuesta desde la Iglesia ante la crisis en Perú. En primer lugar, con una misa en la que se rezó por los jóvenes fallecidos. El encargado de presidirla fue el arzobispo de Lima y primado de Perú, monseñor Carlos Castillo.
“La mayor parte de nuestros jóvenes que acudieron a marchar son hijos de familias pobres y sencillas que quieren que las cosas se enfrenten en la raíz del problema, no en la superficie”, expresó durante la misa.
Abrazo y cercanía
Pero en las últimas horas se sumó un mensaje desde la Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana. Quien hizo el pronunciamiento fue el presidente de esta comisión, monseñor Luis Alberto Barrera Pacheco.
En el comunicado publicado por la Iglesia de Perú se expresa “cercanía y se solidariza con las familias que perdieron a sus hijos durante las protestas”.
Lo mismo con los heridos que han resultado en las marchas tras el “descontento por la grave situación política” que vive Perú.
“Rechazamos enérgicamente toda forma de violencia que atenta contra la vida. La defensa de la dignidad de la vida humana es la primera condición necesaria para encontrar la justicia y la paz. La paz social se funda en el respeto por la vida, la igualdad de oportunidad para todos y el diálogo”, se señala en un pasaje del comunicado sobre la crisis en Perú.
“No perdamos la esperanza, sigamos defendiendo la vida seguros que el Señor Jesús que es ‘Camino, Verdad y Vida’ no nos dejará solos”, concluye. (ver aquí completo).
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