La Conferencia de Religiosos de Haití había pedido a todos los fieles que hicieran una cadena de oraciones para que el misionero de Scheut pudiera recuperar su libertad sano y salvo. El clamor junto con la oración tuvo eco y el sacerdote Ronald Sylvain fue liberado. Se trata de un miembro de la Congregación del Inmaculado Corazón de María (CICM), quienes son conocidos como misioneros de Scheut.
El misionero había sido secuestrado por individuos armados el martes 10 de noviembre. Recién el viernes 13 fue dejado en libertad en una zona cercana al Palacio Nacional (Puerto Príncipe), señala una nota de Agencia Fides.
“¡Por favor, libren al padre Sylvain!”, era la súplica de la Conferencia Religiosa Haitiana, tal cual publicó Aleteia con motivo del trascendido del secuestro.
Espiral de violencia e inseguridad
El secuestro y posterior liberación del padre Sylvain se da en Haití, un país inmerso en un espiral de violencia e inestabilidad.
Según recuerda el reciente reporte de Jaime Sepitén en Aleteia, la propia Conferencia de Obispos Católicos de Haití había condenado esta “inseguridad endémica” tras el asesinato de Monferrier Dorval, presidente del Colegio de Abogados de Puerto Príncipe Príncipe, en septiembre.
“Lamentablemente, esta realidad se ha convertido en la vida cotidiana de la población que ahora vive en estado de shock, con trauma, rabia, indignación, revuelta y preocupación”, expresaban los obispos de un país caribeño. El mismo lugar acostumbrado a lidiar con catástrofes naturales. Aún permanece en el recuerdo el terremoto de 2010 que dejó más de 300.000 fallecidos.
En tanto, lo sucedido con este misionero se transformó en un ejemplo reciente de tanta violencia e inseguridad. El padre Sylvain fue liberado sano y salvo a pesar del complejo trasfondo. Por ende, un caso que tuvo un final feliz.
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“¡Por favor, liberen al padre Sylvayn!”