El perdón del Padre Maccalli: ¡No saben lo que están haciendo! No tengo rencor contra mis captores y carceleros”El Padre Maccalli, italiano de 59 años y misionero de la Sociedad de Misiones Africanas fue secuestrado en Níger en la frontera con Burkina Faso, en la noche del 17 al 18 de septiembre de 2018, por milicianos yihadistas y puesto en libertad el pasado 8 de octubre.
En su primera entrevista tras el secuestro, difundida por la Agencia FIDES el misionero italiano muestra cómo lo ha vivido: “Ha sido un tiempo de gran silencio, purificación, regreso a los orígenes y a lo esencial. Una oportunidad para volver a ver la película de mi vida. Todos los días, especialmente los domingos, decía las palabras de la Consagración ‘este es mi cuerpo ofrecido’ pan partido para el mundo y África”.
Estas son algunas de las ideas más impactantes de la entrevista que publica hoy la Agencia Fides:
Sobre esos días:
“Son muchas las preguntas que me hice y clamé como un desahogo y lamento a Dios: ¿dónde estás? ¿por qué me has abandonado? ¿Hasta cuándo Señor? ¡Sabía y sé que Él está ahí! Pero sé que a Dios se le ve de espaldas, ahora que soy libre, en casa empiezo a entender. Veo los testimonios de cuánta gente ha rezado, marchado y realizado vigilias para pedir mi liberación… Estoy sorprendido y asombrado. Lo que esta historia significará para mi vida como misionero, no lo sé ahora. Necesito tiempo”.
Sobre el no tener la Eucaristía:
“Todos los domingos me regalaba un pasaje evangélico para meditar, sobre todo con motivo de los tiempos fuertes de Adviento-Navidad y Cuaresma-Pascua. Pero desde el 20 de mayo, el día en que nos trajeron una radio de onda corta, que había pedido repetidamente, al menos para escuchar las noticias del mundo (Radio France International y BBC), pude escuchar el comentario sobre el Evangelio dominical de Radio Vaticano todos los sábados. Una vez incluso la misa en directo… fue precisamente la misa de Pentecostés 2020”.
“La homilía del Papa Francisco fue un soplo de aire fresco. Después de 2 años de sequía espiritual y de ausencia de la Palabra de Dios, me sentí renacido y acogí este don como un soplo del Espíritu Santo que quiso empujar las ondas de radio hasta el Sahara. Disfruté como nunca del Evangelio y de las palabras del Papa, tenían un sabor y un gusto especial en ese contexto.
Relación con la muerte:
“Solo una vez recibí expresamente una amenaza o incluso una promesa de un muyahidin de dispararme una bala en la primera oportunidad. Estaba molesto e irritado por otro episodio que no voy a contar. A sus ojos yo era un sucio ‘kafir’ y además un predicador de una fe herética y condenado por el Corán que, según él, se permitía desacreditar el Libro Sagrado”.
“Ese día vi la espada de Damocles colgando amenazadoramente sobre mi cabeza. Pero cuantos más días y meses pasaban, menos temía una conclusión trágica, éramos un bien precioso para ellos y por eso siempre nos trataban bien en general”.
“Mi cuerpo era prisionero de las dunas de arena, pero mi espíritu viajaba a los pueblos que mencionaba en mi oración y también repetía los nombres de mis colaboradores y de muchas personas y jóvenes que llevo en mi corazón especialmente los niños desnutridos y enfermos de los cuales me ocupaba y muchos, muchos rostros que son una presencia viva en mi corazón herido”.
Relación con los secuestradores:
“Todavía siento mucha tristeza hacia estos jóvenes adoctrinados por videos de propaganda que escuchaban todo el día. ¡No saben lo que están haciendo! No tengo rencor contra mis captores y carceleros, he orado por ellos y sigo haciéndolo”.
Sobre su futuro:
El futuro es de Dios, ahora disfruto de volver a casa, este es mi presente.
El futuro será como Dios quiera.
Aquí puedes leer íntegra la entrevista: Agencia Fides