El mensaje de reconocimiento del Papa dirigido a un grupo de mujeres que le ‘asesoran’ en temas culturales, sociales y femeninos. Luego de que algunos grupos anglosajones católicos femeninos consideraran “excluyente” el título de la nueva encíclica papal, Fratelli tutti, aludiendo al desconocimiento en éste de la otra mitad de la Iglesia (religiosas y creyentes), el papa Francisco envió un mensaje de reconocimiento dirigido a un grupo de mujeres que le ‘asesoran’ en temas culturales, sociales y no solo ‘femeninos’.
“Las mujeres tienen el don de aportar una sabiduría que sabe restañar las heridas, perdonar, reinventar y renovar”, expresó el Papa en un mensaje enviado a las participantes en el webinar organizado por la Consulta de Mujeres del Pontificio Consejo de la Cultura, que tuvo lugar el miércoles sobre el tema “Las mujeres leen a Francisco: lectura, reflexión y música”.
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La voz femenina
El pontífice remarca que las mujeres involucradas quieren crear “un diálogo entre intelecto y espiritualidad, entre unidad y diversidad, entre música y liturgia, con un objetivo fundamental, o sea la amistad y la confianza universales”. El Papa rememora que la “voz femenina” es importante “para ayudar a sanar, en un mundo enfermo”. Y espera que esta visión peculiar de las mujeres con su “contribución a la paz” aporte más luces en el “tema de la confrontación social y cultural” actual.
Francisco firma el mensaje el 1 de octubre, memorial de santa Teresa del Niño Jesús, proclamada Doctora de la Iglesia en 1997, y tres días antes de publicar su tercera encíclica social sobre la fraternidad y la amistad social en la cual denuncia la desigualdad de derechos y las nuevas formas de esclavitud contra la mujer.
En el mensaje divulgado este 8 de octubre de 2020, el Pontífice reconoce la contribución de las mujeres en la Curia y la Iglesia en general. “La conferencia de hoy también pone de relieve la hermosa novedad que representáis dentro de la Curia Romana; por primera vez, un Dicasterio involucra a un grupo de mujeres convirtiéndolas en protagonistas de los proyectos y líneas culturales que desarrolla y no sólo para ocuparse de temas femeninos”, escribe el Papa.
Custodias de la fe
Además, subraya el aporte femenino en la vida de la iglesia y en el destino de la humanidad: “En la historia de la salvación es una mujer la que acoge el Verbo; y también son las mujeres las que en la noche oscura custodian la llama de la fe, las que esperan y proclaman la Resurrección”.
El Papa que dedicó varias reflexiones de su encíclica a la dignidad de la mujer concibe que “la realización alegre y profunda de la mujer se centra en estos dos actos: acogida y anuncio”.
Francisco resalta que “las mujeres son protagonistas de una Iglesia en salida, a través de la escucha y la atención que prestan a las necesidades de los demás, y con una marcada capacidad de sostener dinámicas de justicia en un clima de “calor doméstico”, en los diferentes ambientes sociales en los que obran”.
Mirada femenina
Francisco considera que la mujer y su mirada son indispensables para salir de la desesperanza y desconfianza sembradas en la sociedad: “Escucha, meditación, acción amorosa: estos son los elementos constitutivos de una alegría que se renueva y se comunica a los demás, a través de la mirada femenina, en el cuidado de la creación, en la gestación de un mundo más justo, en la creación de un diálogo que respete y valore las diferencias”.
En su discurso, confía en que las mujeres son portadoras de paz, renovación y fraternidad. “Que seáis una presencia que, con humildad y coraje, comprende y acoge la novedad y genera la esperanza de un mundo fundado en la fraternidad. Os acompaño en mi recuerdo orante a Dios, y os pido, por favor, que hagáis lo mismo por mí. ¡Gracias!”.
La Consulta femenina que asesora al Papa y al dicasterio vaticano de la cultura está compuesta por mujeres comprometidas en diferentes sectores de la vida social y portadoras de visiones culturales y religiosas del mundo que, recuerda el Papa, “aunque diferentes, convergen hacia el objetivo de trabajar juntas con respeto mutuo”.
Santa Hildegarda de Bingen
También Francisco que se inspiró por segunda vez en San Francisco de Asís para escribir Fratelli tutti, de hecho firmó la encíclica en su tumba, reconoce el aporte de otra doctora de la Iglesia en su pensamiento social: “una gran mujer, proclamada Doctora de la Iglesia en 2012: santa Hildegarda de Bingen”.
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“Como san Francisco de Asís, también compuso un himno armonioso en el que canta y alaba al Señor de la creación y en la creación. Hildegarda unifica el conocimiento científico y la espiritualidad; y desde hace mil años, como verdadera maestra, lee, comenta, crea y enseña a mujeres y hombres”, afirmó.
Ella- sostuvo – rompió “los patrones de su tiempo, que impedían a las mujeres estudiar y entrar en la biblioteca y, como abadesa, también lo solicitó para sus hermanas. Aprendió a cantar y componer música, que para ella era una ola capaz de elevarla hasta Dios. La música para ella no era sólo arte o ciencia, era también liturgia”.
En efecto, apenas ayer, Francisco ha nombrado a una religiosa para que le asesore en temas litúrgicos. Sor Katia De Simone, E.F., funcionaria de la Secretaría de Estado y experta en Liturgia recibió la nomina de consultora de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, junto a Pedro Angelo Muroni, sacerdote y decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma.
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