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¿Has perdido alguna vez tu anillo de bodas?

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Marzena Wilkanowicz-Devoud - publicado el 24/09/20
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¿Qué hacer para encontrar una alianza perdida? Sin duda, la situación es muy estresante y desagradable, pero no hay que desesperar. Aquí tienes algunas soluciones prácticas –antes de rezar a san Antonio de Padua– para encontrarla.

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Las historias conmovedoras que terminan bien son sorprendentemente numerosas. Como la de Francine y Émile, una pareja belga casada desde hace 59 años. Unos meses después de su boda, Émile, agricultor, perdió su alianza en el campo. Después resultó imposible encontrarla… Finalmente, el pasado 9 de agosto, un buscador de metales de su pueblo encontró el valioso anillo.

La alegría del anciano agricultor, que hoy tiene 81 años, fue mayor si cabe al percatarse de que los nombres y la fecha de boda grabados en la alianza seguían siendo bien legibles. Una razón más para que la pareja celebrara solemnemente sus bodas de diamante, esta vez, los dos con sus respectivos anillos.

Aunque Francine y Émile tuvieron que esperar 59 años antes de encontrar la alianza perdida, hay muchos más ejemplos –aunque menos espectaculares– que muestran que no hay que quedarse refunfuñando en el sofá, sino mantener la calma y pasar a la acción. Aquí tienes algunos consejos para poner todas las probabilidades a tu favor a la hora de recuperar una alianza perdida.

Confía en tu memoria

¿Y si tuvieras un poco de confianza en poder encontrar tu anillo de bodas? Según los científicos, nuestro cerebro dispone de un modo de “búsqueda”: es capaz de concentrarse de manera exclusiva en un objeto perdido. Concretamente, hay que recorrer mentalmente el camino de nuestro día recordando los momentos en que el objeto perdido aparecía…

La primera causa posible de la pérdida de una alianza es que se desliza espontáneamente del dedo por el efecto del agua, por ejemplo. En este caso, siempre puedes intentar desenroscar el sifón del lavabo, es posible que el anillo haya quedado atrapado ahí.

Perder la alianza en un lago o en el mar ya es harina de otro costal, claro. Sin embargo, las personas que ayudan a recolectar objetos perdidos en las profundidades de las aguas anuncian regularmente por Internet sus hallazgos.

En cuanto a la ropa, siempre conviene verificar a fondo todos los bolsillos, guantes, mangas, hasta los forros, incluso los más espesos. A las alianzas les encanta perderse también entre las sábanas, los huecos de los sofás, a veces incluso se deslizan en la funda del sillón. Tampoco te olvides de los zapatos, de mover los muebles, levantar las mantas, no pienses eso de “es imposible que esté ahí”, porque la experiencia demuestra que, precisamente, ¡ahí es donde puede estar el anillo!

Llama a objetos perdidos

Una vez hayas recordado todo el camino que realizaste ese día con tu alianza, entra en contacto con todos los lugares por donde pasaste. Una simple llamada telefónica puede permitirte encontrar el objeto perdido. Ya se trate de un restaurante o de una tienda, tanto clientes como empleados conmovidos por el simbolismo del anillo de bodas han podido tener la delicadeza de poner a buen recaudo el objeto perdido.

Si no recibes respuesta, plantéate llamar a las oficinas de objetos perdidos, como las de las redes de transportes y de otras instituciones: todas las empresas de transportes (autobús, metro, tren), los grandes lugares turísticos, los museos o las salas de cine poseen un servicio de este tipo.

Publica un anuncio en los medios sociales

Los medios sociales se han convertido en pocos años en unos valiosos aliados para encontrar objetos preciados, como una alianza. Incluso hay grupos de Facebook dedicados a anillos de boda perdidos. ¡Aunque con unas sencillas publicaciones compartidas miles de veces puede bastar! Pueden movilizar a los internautas en la búsqueda de tu alianza perdida.

Los “pequeños anuncios” de objetos perdidos pueden dar la vuelta al mundo en pocas horas, algo que quizás sea exagerado para tu búsqueda, pero sin duda incluirá tu zona de exploración más evidente. Además, hay muchos grupos en esta misma red social dedicados a las alianzas encontradas.

Con regularidad, los medios de comunicación cuentan historias emotivas de personas que se han visto recompensadas por la movilización masiva posibilitada por las herramientas digitales. En efecto, estas nuevas comunidades de ayuda mutua permiten transmitir la información mucho más rápido y poner en contacto directo a los desafortunados propietarios con sus salvadores inesperados. Si no tienes perfiles en medios de Internet, puedes publicar un anuncio en una plataforma digital de objetos perdidos como Troov o lugares similares, como por ejemplo, France objets trouvés, en Francia.

Contacta con tu parroquia

Como un anillo de boda es un símbolo religioso, algunas personas tienen el reflejo de confiar una alianza perdida a la parroquia más cercana. Por eso, vale la pena pasar por tu parroquia o por una iglesia cercana al itinerario del día de la pérdida de tu alianza.

Reza a san Antonio de Padua

Monje franciscano del siglo XIII, a san Antonio de Padua le rezan creyentes –y no creyentes– del mundo entero cuando han perdido un objeto. Conocida por su eficacia, aquí está la oración que puedes recitar para encontrar tu alianza:

Glorioso San Antonio, tú has ejercido el divino poder de encontrar aquello que ha sido perdido. Ayúdame a encontrar la gracia de Dios y a hacerme devoto al servicio de Él y de las virtudes. Permíteme encontrar lo que he perdido y de esta manera enséñame la presencia de tu bondad.

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