Apenas el 4 de septiembre se estrenó en Estados Unidos (y el 11 de septiembre en China), la versión con actores y escenarios naturales de “Mulan”, el musical de animación de Disney, basado en “La balada de Mulan” de Guo Maoqian, que en 1998 tuvo un enorme éxito de taquilla
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La nueva versión dirigida por Niki Caro ha levantado gran cantidad de comentarios no tanto por su violento contenido gráfico, sino por haber sido filmada por Disney en los paisajes naturales de Xinjiang, China, región también conocida como el Turkestán Oriental.
El problema es que en esa región, numerosos gobiernos y organizaciones argumentan que las autoridades chinas continúan encarcelando y torturando a cientos, incluso miles de uigures y a otros grupos musulmanes en los llamados “campos de reeducación”.
Incluso en los créditos del “remake” de “Mulan”, los productores de Disney le dieron un agradecimiento especial al Departamento de Publicidad del Comité de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, perteneciente al Partido Comunista Chino.
Este Departamento es “una de las autoridades responsables de supervisar el contenido de los medios en numerosas industrias y garantizar la adhesión a la ideología y los valores del Partido en la región”, según el sitio web “Cinemascomics”.
En China sí, en Georgia no
La otra parte de la controversia desatada por “Mulan” es que hace apenas un año, el presidente ejecutivo de la Walt Disney Company, Robert Iger, dijera que la compañía podría suspender sus producciones en Georgia (Estados Unidos), tras de que la entidad sureña aprobara una ley en contra del aborto.
En un despacho de la agencia Reuters fechado en mayo de 2019, Iger declaró que sería “muy difícil” hacer negocios en Georgia después que el gobernador Brian Kemp (Republicano) firmara una ley que prohíbe el aborto si un médico puede detectar el latido fetal.
La ley “de latidos de corazón” entró en vigor en enero de este año. Por el coronavirus, todas las producciones están detenidas, por lo que no ha sido cumplida la “amenaza” sobre Georgia. Ahí Disney ha filmado películas famosas como “Black Panther” y “Avengers: Endgame”.
“Creo que muchas personas que trabajan para nosotros no querrán trabajar allí (en Georgia) y tendremos que atender sus deseos en ese sentido. Ahora mismo lo estamos observando con mucha atención. (…) No veo cómo es práctico para nosotros seguir trabajando allí” si la ley entra en vigor, sentenció Iger.
¿Por qué en Xinjiang?
“¿Por qué Disney necesitaba trabajar en Xinjiang? (…) Hay muchas otras regiones de China, y países de todo el mundo, que ofrecen el paisaje montañoso de gran belleza presente en la película. Pero al hacerlo, Disney ayuda a normalizar un crimen contra la humanidad ”, dijo Isaac Stone Fish en una reciente columna del Washington Post.
“Mientras el PCCh comete crímenes de lesa humanidad en Xinjiang, @Disney agradeció a cuatro de los departamentos de propaganda que están mintiendo al mundo sobre estos crímenes”, escribió en un tuit el representante republicano de Wisconsin Mike Gallagher.
Por su parte, la agencia informativa AP señaló que “numerosos informes” demuestran que los uigures están recluidos en campos de concentración y sometidos a esterilización forzosa, cuestión que las autoridades chinas han negado.
La investigación de AP publicada en junio de este año –basada en entrevistas con ex detenidos, familiares y un ex instructor de campo de detención, así como en estadísticas y documentos oficiales– señala que el Gobierno chino busca reducir las tasas de natalidad de los uigures, al tiempo que anima a otras poblaciones nativas a tener más hijos
¿Será la clave?
Los especialistas de la industria cinematográfica especulan sobre este doble rasero de Disney a tenor de que la compañía que encabeza Iger acaba de abrir un complejo de entretenimiento similar a los que tiene en Florida o en París, pero esta vez en Shanghái (China). La inversión fue de 5.500 millones de dólares, según informó la revista Variety.
Asociada con el Shanghai Shendi Group, el resort que Disney operará en esta ciudad de China representa para Iger “la mayor oportunidad de la compañía desde que compró terrenos en Florida”.
Como se dice en el argot financiero estadounidense “Los negocios, son los negocios”.