La iglesia de san Damián en Asís, es uno de los lugares más importante para san Francisco. Es allí donde, cansado de divagar sin saber qué hacer con su vida, el Cristo en la cruz le habla y le pide tres veces que “repare su casa en ruinas”. Es allí también donde, en los últimos años de su vida, escribe el famoso “Cántico a las criaturas”.
No sólo san Damián es lugar importante para los franciscanos, también lo es para las clarisas, ya que entre el año 1211 y 1212, santa Clara, después de una profecía de san Francisco, funda su orden claustral, que estuvo activa hasta 1260.
Esta misma iglesia fue protagonista de los principales milagros de la santa, como: la multiplicación del pan, el don del aceite, la fuga de los sarracenos del claustro, algunos exorcismos y curaciones, la aparición de la cruz sobre el pan frente al papa.
La iglesia se encuentra en las afueras de la ciudad de Asís, en la zona sur. Anexo se encuentra el pequeño convento, ahora convertido en museo, con un delicioso patio, donde se siente la inmensa paz que trasmiten las almas de los dos grandes santos que la habitaron.
Como dijimos antes, la iglesia fue sede por mucho tiempo de la famosa “Cruz de san Damián”. Se trata de una cruz que artística y religiosamente es considerada como un icono, por su forma y por los las pinturas que la decoran. Entra en la tipología del Christus triumphans, el Cristo triunfante que, aunque está herido, la aureola muestra que se trata de una cruz glorificada, y que parece mirar con ternura con los brazos abiertos a quien se acerca a Él con fe.
Cuando las clarisas se trasladaron a la ciudad donde actualmente se encuentra la basílica dedicada a la santa, se llevaron con ellas la cruz. Actualmente se puede visitar allí.