El 7 de junio de 2020, festividad de la Santísima Trinidad, la hermana María Zhang Yuechun, de origen chino, se comprometió a vivir en la comunidad de las Agustinas Recoletas en el convento de Santo Toribio de Vitigudino (Salamanca, España) los votos de pobreza, castidad y obediencia para toda la vida.
Esta es una de esas historias que son verdaderas al estilo de la novela del M. Raymond O.C.S.O (La familia que alcanzó a Cristo).
Esta nos muestra una familia del medioevo que se convirtió en un ejemplo de santidad. La historia de Bernardo de Claraval, sus padres y sus hermanos, narra la cautivante aventura de conversión y de profundo amor a Dios a través de la vida religiosa, que parece verse reflejada en la actualidad por las circunstancias de la familia Zhang Yuechun.
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María es viuda y madre de 5 hijos agustinos recoletos. El proceso de conversión que alcanzó a toda su familia es simplemente maravilloso.
Ninguno de ellos era católico hasta hace pocos años. Formaban una familia normal procedente de la ciudad de Cangzhou (Hebei), aunque residían en Shangqiú.
Todo parecía ir bien, pero a raíz de una grave enfermedad, María Zhang YueChun vivió una experiencia espiritual muy intensa y, guiada por su hermana, que era católica, comenzó a ir a la iglesia.
Su recorrido concluyó, como en los Hechos de los Apóstoles, con el bautismo de toda su familia.
Ella y sus cuatro hijas mujeres se bautizaron el 1 de julio de 2007, tomando los nombres de María (la madre), María del Sagrado Corazón, María Faustina, Trinidad María Nieves y Teresa de Jesús. Su esposo y su hijo se bautizaron en la Navidad de ese mismo año.
Su hija María Sun Shen, realizó sus votos perpetuos en España en el año 2018. Sus otras tres hijas son religiosas en China y su hijo se está preparando para ser religioso agustino.
Después de la muerte de su esposo, María viajó a España y luego de haber realizado el noviciado, se consagró para siempre a Jesús hace unos días.
A la ceremonia asistió su hija religiosa que está en España, para acompañarla, y además, volver al mismo lugar en el que dos años atrás tomaba los votos perpetuos como monja misionera de la Orden de las Agustinas Recoletas.
La historia de la misión de los agustinos recoletos en China se desarrolla, sobre todo, en Kweiteh (hoy llamada Shangqiu) en la China central, al sur de Pekín.
Los primeros misioneros llegaron en 1924 y sus obras, después de muchas dificultades, se mantienen activas hasta la actualidad.
Hoy, en el convento de San Toribio viven 12 monjas dedicadas a la vida contemplativa, cinco de ellas procedentes de distintos lugares del mundo: América (Perú y Venezuela), África (Tanzania) y Asia (China).
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