¿Cómo evitar el agotamiento de los padres que teletrabajan mientras cuidan a sus hijos por un tiempo todavía indefinido?
Aunque en muchos lugares del mundo ha comenzado la desescalada, el desconfinamiento progresivo tras semanas encerrados sin poder salir, para muchos padres el día a día no ha cambiado mucho porque sus hijos todavía no volverán al colegio y si saben cuando lo harán. Se trata de una situación complicada para todos, niños incluidos.
Hace ya dos meses que los padres apenas tienen tiempo para respirar entre las tareas de la escuela en casa, las actividades para entretener a los pequeños, las labores del hogar y el teletrabajo, si es el caso, en compañía de la querida prole.
Aunque el periodo de desconfinamiento concede ya algunas libertades adicionales, el agotamiento parental es evidente. Ciertamente, no pasa en todas las familias, explica Moïra Mikolajczak, doctora en psicología y especialista en burn out que invita a imaginar la paternidad como una balanza donde se pone en una bandeja las cosas que aumentan el estrés parental y en la otra las cosas que lo aligeran.
En algunas familias, el confinamiento ha aportado menos limitaciones horarias, menos trayectos, más flexibilidad y, por tanto, ha contribuido a relajar la atmósfera familiar. En cambio, en otras familias, la bandeja de “estrés parental” ha explotado con el colegio en casa sumado al teletrabajo, la ausencia del apoyo de los abuelos, el aumento de las tareas del hogar y ninguna salida de placer para desconectar.
Aunque este extraño periodo ha permitido a algunos reconectar con su paternidad y maternidad de manera positiva, otros están rozando o ya han llegado a un preocupante agotamiento. Estos últimos son los más vulnerables al burn out parental, caracterizado, entre otras cosas, por un sentimiento de saturación y la pérdida de placer en el papel de padre o madre.
Si tenéis alguna de estas sensaciones, estos siete consejos de Moïra Mikolajczak pueden ayudarles a evitar el “auténtico” burn out.
No te esfuerces en jugar y entretener todo el día a tus hijos
“El que vuestros hijos estén en casa no significa que debáis pasar todo el día jugando con ellos, mucho menos que cedáis a juegos que no os gustan”, recomienda la investigadora.
“En estos tiempos inéditos, la calidad prima sobre la cantidad”. Dad prioridad a los momentos o juegos en los que vosotros mismos sentís placer. Es inútil “sacrificarse” lanzándose a una partida de Risk o de Monopoly si detestáis esos juegos.
Flexibilidad
En situaciones excepcionales, medidas excepcionales. “No se es un mal padre por modificar algunas reglas con el fin de favorecer la vida juntos durante este periodo”, explica Moïra Mikolajczak.
Algunas reglas, como las que regulan las pantallas, por ejemplo, pueden flexibilizarse o pueden instaurarse otras. Lo importante es que haya una comunicación sobre estas reglas, a través de una normativa de (des)confinamiento.
“Una vez propuestas las reglas, hay que seguirlas; contribuyen a crear rutinas vitales que alivian la carga mental”.
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