En un hospital del Reino Unido, una enfermera conoció el dolor de una pareja -él moribundo- y se las ingenió para hacer realidad su sueño incumplido. Sophie Bryant-Miles acababa de graduarse como enfermera. Encontró trabajo en el Bradford Royal Infirmary, un hospital universitario del Reino Unido.
Con la pandemia del coronavirus, le correspondió atender a un joven paciente que recibía cuidados paliativos. la enfermedad hacía pensar, según le dijeron los médicos, que no superaría aquella noche. Era el pasado día 20.
Sophie encontró en los pasillos a la novia del paciente. Le explicó que eran pareja desde hacía 15 años y que tenían deseos de casarse, algo que nunca habían hecho por falta de dinero y de tiempo. Ahora estaba desolada, sabiendo que al amor de su vida solo le quedaban unas horas.
Sophie decidió que, entre los cuidados que podía prestar al paciente y su familia, estaba también el de facilitar aquello que para la pareja tanto significaba. Fue a buscar al capellán del hospital, Joe Fielder, y le preguntó si podía casarlos.
“Hasta que la muerte los separe”
La misma Sophie ha relatado lo que sucedió a continuación:
Joe dijo que no podía hacer una ceremonia legal pero que podía ir y llevar a cabo un servicio similar a una boda. Ellos podrían decir “acepto”. Y tendrían todo el discurso de “hasta que la muerte los separe” y todas las cosas que se dicen durante una boda. Excepto que sería en un hospital.
Anillos de papel de aluminio
Joe llegó, hicimos unos anillos con papel aluminio y contactamos por FaceTime a la hija del paciente para que pudiera ver la ceremonia.
Fue un servicio realmente hermoso, y Joe estuvo brillante. Imprimió folletos con los nombres y todos los himnos y oraciones que íbamos a decir, todo.
La novia se mostró completamente comprensiva sobre el hecho de que todos debíamos estar totalmente vestidos con trajes protectores y que el paciente tendría que usar una mascarilla. Aún así, todos se mostraron entusiasmados con lo que estaba ocurriendo.
Una fotografía para el recuerdo
Joe también estaba vestido con todo el equipo protector y parecía que estaba sudando. Después tomamos una fotografía. Ella lo quiso así, y él también. Hicimos todo lo posible para que pareciera una boda real e incluso les dimos pastel.
“Lo último que podían hacer juntos”
Ella sabía que él tenía sólo unas horas más de vida, y creo que ambos sentían que esto sería lo último que podrían hacer juntos. Al menos tendrían este recuerdo final juntos.
Creo que todos estábamos llorando.
El doctor que recogió el testimonio
Este testimonio ha sido recogido por el doctor John Wright, médico epidemiólogo que dirige el Instituto de Investigación de la Salud de Bradford. Él elabora un diario de todo lo que acontece en el hospital en los días de pandemia del coronavirus.
Qué hizo el capellán
También en el diario consta el relato del capellán, Joe Fielder. Dice así:
El diagnóstico médico era que él no sobreviviría la noche, así que usé un servicio y una celebración de compromisos, lo cual es muy similar a una misa de boda en una iglesia.
Con gran dificultad
El paciente hizo todo lo posible para decir las palabras, pero en ocasiones le costaba trabajo debido a su respiración. Su pareja hizo lo posible para decir las palabras, pero le costó también debido a las lágrimas. Y la familia estaba sonriendo y llorando al mismo tiempo.
Y todo esto lo hicimos vestidos con el equipo médico de protección personal, fue muy extraño. Pero ese paciente podía morir sabiendo que había dicho esas palabras de compromiso. Y su pareja estaba realmente agradecida. Nos agradeció mucho la oportunidad para que se dijeran esas palabras.
Que las personas sepan que “son amados y cuidados”
Lo único que quieres es hacer tu parte para tratar a la gente con dignidad, para ayudarles a saber que son amados y cuidados. Estoy muy agradecido por tener la oportunidad de ayudarlos a celebrar su amor y celebrarlo de esa forma.
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