1200 voluntarios confeccionan en sus casa batas para los sanitarios que no tienen material para luchar contra la pandemia
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La crisis sanitaria que estamos viviendo está sacando a relucir el lado más solidario de nuestra sociedad.
Son muchos los que quieren colaborar con los más afectados de esta pandemia, cada uno aportando lo que mejor sabe hacer.
Mónica Merello que, junto con su socia, utiliza su perfil empresarial en disposición de quien pudiera necesitar ayuda…
Tras hablar con sus sobrinas, una enfermera y la otra médico sobre la falta de material en los centros sanitarios en los que trabajan, Mónica y su prima decidieron ponerse manos a la obra y hacer batas para sus sobrinas y compañeros. Lo que nunca pensó fue que un mes después seguirían haciendo batas.
España continúa con escasez de material sanitario proporcionado por las instituciones por lo que, para solucionar este enorme problema, el personal que trabaja en hospitales y centros de salud lo ha adquirido con sus propios medios o bien ha contado con donaciones como las batas diseñadas por Mónica.
Debían de ser fáciles de hacer, con materiales que se suelen tener en casa y sin necesidad de coser. Con esta idea diseñó una bata hecha con bolsas de basura y cinta de embalar.
Con una amiga subió a Instagram un video tutorial para explicar cómo hacerlas para quien quisiera colaborar en estos momentos tan difíciles. Fue asó cómo empezó a tejer la gran red de voluntarios que son ahora.
Bajo el hastag #sinotehatocadotetocaayudar se han entregado ya más de 70.000 batas, en unos 700 centros (hospitales, clínicas, residencias de ancianos) de 20 provincias españolas.
Para ello ha hecho falta mucha organización y ganas. Solo en Madrid se han creado 15 grupos de voluntarios organizados por zonas geográficas.
En ciudades en las que no tenían contactos directos, pero si voluntarios que les habían contactado para colaborar confeccionando batas, las servidoras de Emaús han sido de gran ayuda para organizar grupos y el reparto de material.
Mónica cuenta que al comienzo de esta gran iniciativa “el problema vino cuando se me acabó la cinta de embalar, al no ser un artículo de primera necesidad, no se encuentra en los supermercados, y no podía comprar más.”
Sally Hambleton, florista que propuso al Real Jardín Botánico cortar sus flores para alegrar los hospitales, fue quien le solucionó este problema donando cinta de su taller. Y es ella quien, en ocasiones, también alegra y sigue animando a los voluntarios a seguir haciendo batas enviándoles flores cuando entregan nuevas batas.
Ésta fue la primera donación que les llegó, ahora reciben cajas de material de diferentes entidades y empresas como Jóvenes por España, Cofares, Delipapel o Leroy Merlin, entre otras, que reparten entre sus colaboradores para que continúen su labor, aunque Mónica insiste en recordar que el grosso de las batas han sido confeccionadas con material comprado por los propios voluntarios.
Los mismos que incluyen palabras de agradecimiento, ánimo y esperanza junto a las batas para aquellos que van a recibirlas.
Son ya más de 1200 personas las que forman parte de esta gran cadena que sigue creciendo cada día con nuevos voluntarios que les contactan a través de la dirección de correo electrónico hola@clickyhecho.es y de la que Mónica dice ser “sólo un eslabón más”.
Una gran iniciativa que demuestra que el ser humano es capaz de hacer grandes cosas cuando les une el amor desinteresado al prójimo.
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