El Pontífice dedica la audiencia general del miércoles al 50º Día Mundial de la Tierra y en línea con la Encíclica Laudato si’
El papa Francisco recordó hoy la celebración del 50º Día Mundial de la Tierra indicando que la pandemia nos enseña que sólo unidos superaremos los desafíos globales, pues hemos contaminado la Tierra, poniendo en peligro nuestras vidas.
“La presente pandemia nos está enseñando que sólo si estamos unidos y haciéndonos cargo los unos de los otros, podremos superar los actuales desafíos globales y cumplir la voluntad de Dios, que quiere que todos sus hijos vivan en comunión y prosperidad”.
Lo dijo en la audiencia general del miércoles, 22 de abril de 2020, desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano en streaming live. El Obispo de Roma debido al confinamiento obligatorio por el Covid-19 realiza las audiencias generales y las misas a puertas cerradas y sin multitudes de fieles.
Francisco habló asimismo del pecado contra la tierra, contra nuestro prójimo y, contra el Creador. Instó a buscar soluciones locales, desde la base.
Recordó que los niños que salen a las calles a protestar a favor de los movimientos en defensa de la Tierra nos enseñan lo obvio, pues no hay futuro si destruimos la Casa Común y además, rememoró a los pueblos indígenas y originarios que son un modelo de ‘buen vivir’ en armonía con la creación.
Por egoísmo destruimos la Creación
El Papa afirmó que el 50º Día Mundial de la Tierra, “es una oportunidad para renovar nuestro compromiso de amar nuestra casa común y de cuidarla”. Una ocasión también para proteger a los “miembros más débiles de nuestra familia” humana, pues vivimos “en la biodiversidad con las otras criaturas de Dios”.
“Por egoísmo hemos fallado en nuestra responsabilidad como custodios y administradores de la tierra. “Basta con mirar la realidad con sinceridad para ver que hay un gran deterioro de nuestra casa común” (ibíd., 61). La hemos contaminado y saqueado, poniendo en peligro nuestras vidas”.
Los movimientos internacionales
Por esta razón, afirmó, “se han formado varios movimientos internacionales y locales para despertar las conciencias. Aprecio sinceramente estas iniciativas, y todavía será necesario que nuestros niños salgan a las calles para enseñarnos lo que es obvio, es decir, que no hay futuro para nosotros si destruimos el medio ambiente que nos sostiene”.
“Hemos fallado en la protección de la tierra, nuestra casa jardín, y en la protección de nuestros hermanos. Hemos pecado contra la tierra, contra nuestro prójimo y, en última instancia, contra el Creador, el Padre bueno que provee a todos y quiere que vivamos juntos en comunión y prosperidad“.
La Tierra se revela
En tiempos de la pandemia, Francisco explicó que la tierra reacciona sin perdón al daño por mano humana. ¿Cómo reacciona la Tierra? Hay un dicho español que dice así: ‘Dios perdona siempre, nosotros los hombres perdonamos algunas veces si, algunas veces no. La Tierra no perdona jamás’. Si nosotros estamos deteriorando la tierra, la respuesta será muy mala”.
Evangelio de la Creación
Por eso, pidió restaurar una relación armoniosa con la Tierra y el resto de la humanidad.”Necesitamos una nueva forma de ver nuestra casa común. No es un depósito de recursos para ser explotados. Para nosotros los creyentes el mundo natural es el “Evangelio de la Creación”, que expresa el poder creativo de Dios para dar forma a la vida humana y hacer que el mundo exista junto con lo que contiene para sostener a la humanidad”.
Luego el Papa habla con voz intima a los fieles que están en sus casas “Al ver los desastres naturales que son una respuesta de la Tierra a nuestro maltrato, yo pienso que si le pregunto a Dios ahora – qué piensa – , no creo que me diga que es una obra muy buena. Nosotros hemos arruinado la obra del Señor”.
Indígenas modelo del ‘buen vivir’
En su catequesis exhortó a “redescubrir un sentido de respeto sagrado por la Tierra, ya que no sólo es nuestro hogar, sino también el hogar de Dios. ¡De esto surge en nosotros la conciencia de que estamos en tierra sagrada!”.
El Sucesor de Pedro ha puesto como ejemplo de esta conversión ecológica a los pueblos indígenas. “La profecía de la contemplación es algo que aprendemos especialmente de los pueblos originarios, que nos enseñan que no podemos curar la tierra a menos que la amemos y respetemos”.
Ellos tienen la sabiduría del ‘buen vivir’, no es vivir pasándola bien, ¡No!, es vivir en armonía con la Tierra, ellos hablan de un ‘buen vivir’, que es esta armonía.
Comunidad Internacional
Al mismo tiempo, llamó a la comunidad internacional para que trabaje concretamente en esta conversión ecológica. “Como una familia única e interdependiente, necesitamos un plan compartido para evitar las amenazas contra nuestro hogar común”.
Así, instó a las autoridades a liderar el proceso que conducirá a dos grandes conferencias internacionales: COP15 sobre Biodiversidad en Kunming (China) y COP26 sobre Cambio Climático en Glasgow (Reino Unido). Estos dos encuentros son importantísimos”, reiteró.
Responsabilidad individual
“Cada uno de nosotros puede hacer su pequeña contribución: No debemos pensar que estos esfuerzos no cambiarán el mundo. Tales acciones difunden un bien en la sociedad que siempre da frutos más allá de lo que se puede ver, porque provocan dentro de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces de manera invisible” (LS, 212).
“En este tiempo pascual de renovación, comprometámonos a amar y apreciar el magnífico regalo de la tierra, nuestra casa común, y a cuidar de todos los miembros de la familia humana. Como hermanos y hermanas, imploremos juntos a nuestro Padre celestial: “Envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra” (cf. Sal 104,30). ¡Gracias!”, concluyó.
