En la misa de este sábado en la Casa Santa Marta, Francisco pide prudencia pero también coraje
El Papa rezó por los trabajadores de la salud que ayudan a las personas con discapacidades que han contraído la enfermedad causada por el nuevo coronavirus:
Ayer recibí una carta de una religiosa que trabaja como traductora de lenguaje de signos para sordomudos y me habló del trabajo tan difícil que tienen los trabajadores de la salud, las enfermeras, los médicos con los pacientes discapacitados que se han contagiado de Covid-19. Recemos por ellos que están siempre al servicio de estas personas diversamente hábiles, que no tienen las habilidades que nosotros tenemos.
En su homilía, el Papa comentó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 4:13-21) en el que los líderes religiosos amenazan con fuerza a Pedro y Juan de no enseñar en el nombre de Jesús.
Pero los dos Apóstoles responden con valentía y franqueza: “Juzguen si está bien a los ojos del Señor que les obedezcamos a ustedes antes que a Dios. Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído”.
Franqueza -dijo el Papa- es una palabra importante, es el estilo de los predicadores. La palabra griega es parresía. Es el coraje cristiano que nos empuja a hablar con libertad.
El corazón de los jefes religiosos estaba cerrado de frente a esta franqueza, estaba corrupto: el Espíritu Santo no puede entrar en estos corazones.
Pedro, que era un cobarde, ante las amenazas de los jefes, responde con valentía, esa valentía que viene del Espíritu. El cristiano dice toda la verdad porque es coherente.
A continuación, el Papa comentó el Evangelio de hoy (Mc 16, 9-15) en el que Jesús primero reprocha a los discípulos su dureza de corazón, porque no creen a quienes dicen haberlo visto resucitado, y luego les insta a ir por todo el mundo a proclamar con valentía el Evangelio a toda criatura.
La misión nace del Espíritu Santo. Que el Señor -fue la oración conclusiva del Papa- nos ayude siempre a ser valientes: esto no significa imprudente, el coraje cristiano es siempre prudente, pero es coraje.
Al final de la misa, el Papa recordó que mañana domingo de la Divina Misericordia celebrará la Misa en la parroquia del Espíritu Santo en Sassia, a las 11 horas. Y el lunes se reanudarán las misas a las 7 de la mañana en la Casa Santa Marta.
Artículo publicado originalmente por Vatican News