Enfocarse en las bondades del presente para aprovechar mejor los momentos compartidos
Muchas veces no somos conscientes de la riqueza que tenemos al tener a nuestros padres con nosotros y cuando ya no están a nuestro lado, aun con sus defectos y diferencias, añoramos o desearíamos regresar el tiempo atrás para decirles aquellas cosas que no les dijimos cuando teníamos la oportunidad de hacerlo.
Enfocarnos en las bondades nos ayudan a recuperar el valor del vínculo padre-hijo, nos acercan al perdón y a experimentar la gratitud de su presencia en nuestra vida. Es hora de dejar las discusiones de lado y elegir amarlos primero para recoger lo bueno que tenemos y comunicarles a tiempo lo mucho que significan para nosotros.
Entendimiento
Todos pasamos por luchas en la vida y nuestros padres han tenido las suyas. Ellos también pueden haber tenido un pasado difícil, problemas y desconocimiento sobre muchas cosas. Hazles saber que los entiendes aunque no siempre estés de acuerdo con el modo en que responden o las decisiones que han tomado.
Al final del día debes recordar quiénes son tus padres y qué fue lo que han hecho por ti en el transcurso de tu vida. Lo que han logrado, los sueños y desafíos que han conquistado. Las historias de vida de nuestros padres son más complejas de lo que solemos pensar.
Agradecimiento
Hay que admitir que sin ellos no estaríamos aquí. Aunque cometan errores, siempre habrá un motivo por el cual podemos darles las gracias. Nos aceptaron cuando se enteraron de nuestra existencia, nos llevaron al médico cuando estuvimos enfermos o nos prepararon una bonita fiesta de cumpleaños.
Los padres suelen hacer sacrificios y renuncias que tal vez desconocemos. Hazles saber que estás agradecido por aquellas que conozcas. No te quedes con algo que sepas que puedes agradecerles hoy. Ellos nos enseñan a amar, a caminar, y lo que somos con sus esfuerzos.
Perdón
El perdón requiere de una gran fortaleza. Todos hemos sido duros y nos hemos equivocado alguna vez. Hazles saber a tus padres que lo sientes. Una disculpa genuina ofrecida y aceptada es un acto reparador que nos predispone mejor a enfrentar las diferencias.
Debemos recordar que, como nosotros, estaban haciendo lo mejor que podían en ese momento. Aferrarse a reproches o culpas no aporta nada. Perdónalos incluso si no lo sienten. El acto de perdonar dejar ir lo que nos hace daño y nos libera para sanar la relación.
Escucha
Tus padres quieren lo mejor para ti y probablemente tengan mucho camino recorrido y una valiosa sabiduría fruto de su experiencia, que les gustaría transmitirte. Dales esa oportunidad pidiéndole consejos la próxima vez que estén juntos.
Preguntarle a tus padres por sus pensamientos y opiniones no sólo pueden darte una lección de vida, sino que los hará sentir que son importantes. De hecho, ese podría ser un sueño hecho realidad. Tienen mucho que decir y quieren ser escuchados. Déjalos hablar y hazles participar activamente en lo que sea que tengan que decir aunque lo hagan reiteradas veces.
Recuerdos
Nuestros padres tienen recuerdos. Haz que se sientan especiales celebrando sus aniversarios, cumpleaños y otras fechas importantes. Ser recordado hace que alguien se sienta especial y seguro habrá buenos recuerdos que nos unen para revivirlos con ellos.
Presta atención a cualquier otra fecha importante, incluidas las que los ponen tristes como la pérdida de un ser querido. Asegúrate de estar cerca para darles consuelo y alegría. Todas las ocasiones especiales dejan una huella y al compartirlas nos enriquecemos con ellas.
Afecto
Das por hecho que saben que los amas, pero trata de decirles cada día cuánto significan para ti. Diles que son una bendición, que los quieres y pon tu corazón en ello. Comienza a acostumbrarte a la apertura si no eres una persona que exprese fácilmente los sentimientos.
Mostrarles amor verdadero te deja abierto y vulnerable, pero si hay algo que vale la pena es decirles que a pesar de todo, uno los quiere. No seas mezquino cuando se trate de mostrar cariño. Dales un cálido abrazo, di algo amoroso y eso permanecerá para siempre.